Redacción. Logroño
El consejero José Ignacio Nieto, acompañado por el jefe del servicio de Farmacia del Hospital San Pedro, José Ignacio Torroba, ha presentado un nuevo programa enfocado a promover el grado de adherencia a los tratamientos médicos, o lo que es lo mismo, el grado de cumplimiento de los tratamientos prescritos, incluido dentro de la Estrategia de Atención a Enfermos Crónicos, que actualmente está implantando el Sistema Público de Salud de La Rioja.
José Ignacio Nieto y José Ignacio Torroba.
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Precisamente, la campaña divulgativa arranca con una conferencia para profesionales en el Hospital San Pedro, a fin de dar a conocer entre los usuarios y los propios sanitarios la importancia de mantener el compromiso del paciente con respecto al tratamiento prescrito por el médico.
El denominado ‘grado de adherencia’, o grado de cumplimiento que mantiene el paciente sobre la terapia o las recomendaciones hechas por el profesional sanitario, es actualmente una cuestión prioritaria, no solamente para las autoridades sanitarias riojanas, sino para los sistemas sanitarios de todos los países desarrollados. A falta de una estadística precisa, la OMS estima que el 50 por ciento de los pacientes con enfermedades crónicas no cumplen las recomendaciones prescritas por su médico.
Según ha explicado el consejero, las razones del abandono de la terapia son múltiples y dependen mucho de las patologías que se traten. La situación puede ser fácilmente mejorada con la colaboración entre el profesional sanitario y el propio paciente. En este sentido, Nieto ha recordado que, según diversos informes sanitarios, el desconocimiento, la desmotivación y el olvido suponen más del 70 por ciento de las razones de incumplimiento de la terapia, mientras que el miedo a sufrir las consecuencias de efectos adversos, solamente llevan al abandono a un grupo de pacientes que oscila entre el 2 y el 13 por ciento, según los estudios que se traten.
Según datos del Sistema Público de Salud, el abandono de la medicación frente al mantenimiento de la terapia, duplica prácticamente las tasas de mortalidad en enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas e incrementa la hospitalización en un 50 por ciento en pacientes crónicos y casi en un 70 por ciento en personas con problemas respiratorios y psiquiátricos.
Las consecuencias del abandono del tratamiento son evidentes y van desde el empeoramiento de la calidad de vida, al aumento de la frecuentación a los servicios sanitarios, tanto en Primaria como en Especializada y en Urgencias y a la necesidad de recurrir a fármacos más potentes. El plan puesto en marcha se centra en desarrollar la corresponsabilidad del paciente en la toma de decisiones sobre su estado de salud y en incrementar el conocimiento y el acceso a la información sanitaria.