Patricia Biosca. Madrid
La Rioja cuenta con uno de los servicios de cuidados paliativos de “gran calidad y prestigio”, según el Colegio Oficial de Médicos regional. Por ello, acogerá durante tres lunes consecutivos hasta el próximo 22 de febrero unas jornadas sobre “Práctica clínica en cuidados paliativos. Comunicación con pacientes y familias”. Aprovechando estos encuentros, Redacción Médica charla con Inmaculada Martínez Torre, presidenta de la institución, sobre la labor del profesional en estos momentos y la situación de la sanidad riojana en la actualidad.
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Inmaculada Martínez Torres, presidenta del Colegio de Médicos de La Rioja
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¿Puede ser que en la medicina esté un poco olvidada la parte del final del paciente, cuando la labor del médico acaba?
No en La Rioja. La medicina paliativa está bien dotada y atendida, y por eso siempre es bueno ponerlo en evidencia, no solo con los profesionales que se dedican a ello, sino también a través de iniciativas como esta. Para tratar estos momentos hay que poner puntos en común y tener una comunicación fluida entre los servicios médicos y las familias para encauzar mejor esta fase y entre todos, sumar. Por eso, el objetivo de estas jornadas es poner en contacto a todos los profesionales que actúan en esa unidad, que además del médico son los enfermeros y los psicólogos.
¿Y cuál es el objetivo del médico en estos casos?
En esta comunidad tenemos unos tratamientos paliativos de gran calidad y un prestigio entre los ciudadanos, porque el enfoque es la comunicación entre el equipo sanitario, el enfermo y sus familiares. El objetivo es ayudarles cuando la evidencia de la muerte está ahí. Por una parte, al enfermo, para que muera con dignidad. De otra, a los familiares, sabiendo identificar sus valores, sus preferencias y que tengan una transición prevista y tranquila. Ese es el principal mensaje de estas jornadas.
Una de las charlas es la distinción entre cómo se enfrenta el profesional sanitario ante la muerte de un paciente joven o uno anciano. ¿Qué diferencias existen?
Son enfoques distintos, fundamentalmente para la familia. No es lo mismo afrontar la persona de una muerte mayor, que se acepta mejor, que de una persona joven con la que, obviamente, el choque emocional es muy diferente. Estas personas requieren de mucho más apoyo.
¿Cómo definiría la situación actual de la sanidad riojana?
Aunque no estamos en un momento expansivo económico, ya se ven ciertas mejoras y se están dando pasos en el diálogo. Por ejemplo, la salida de la OPE este año o el nombramiento de interinidades son visos de cierta mejora con respecto a la estabilidad laboral. El diálogo hace que se avance.
Entre las últimas polémicas se encuentra la reclamación de los médicos jubilados para seguir formando parte de la vida sanitaria.
Desde 2013 hay una disposición por la que está recogido a los 65 años y cuatro meses un médico debe jubilarse. Desde el Colegio se pide que se aproveche la experiencia de esas personas de alguna manera después de acabar su vida laboral, ya sea como médicos eméritos o alguna otra fórmula. Esa función la llevan a cabo las universidades, pero en La Rioja no hay Facultad de Medicina, solo Escuela de Enfermería. Por eso se pide que de alguna manera no se margine a estos profesionales y se les integre de alguna forma, aunque no se ha concretado nada. Nuestro portavoz se lo ha transmitido al Gobierno y se está discutiendo.
¿La media de edad de los médicos riojanos es alta?
Del total de médicos colegiados, que son 1.580, más de 800 son menores de 55 y el resto tienen hasta 64 años. No es una mala proporción. Aunque es cierto que dentro de diez años habrá muchas jubilaciones y se producirá un relevo generacional bastante grande.
La consejera habló de “perderle el miedo” a la colaboración público-privada en la sanidad. ¿Qué postura tiene el Colegio de Médicos?
Nuestro ámbito afecta tanto a los profesionales de la pública como de la privada. Nosotros siempre defendemos una buena práctica de la medicina en el ámbito que sea, y la colaboración público-privada es algo que tiene que ver con decisiones de Gobierno. El colegio en ese sentido no tiene más que decir que promovemos una buena práctica de la medicina tanto en la pública como en la privada.
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