Las ‘lagunas’ de personal detectadas en los servicios de
Atención Primaria fuerzan a las administraciones públicas a recurrir a la ayuda de médicos que, a cambio de alargar su trayectoria profesional hasta los
70 años, complementen su salario con una parte sustancial de la pensión. Esta forma de jubilación activa fue anunciada el pasado diciembre por el ministro de Seguridad Social,
José Luis Escrivá, aunque está teniendo una implantación lenta a escala autonómica. En el caso de Euskadi, las plantillas recibieron a finales de abril la instrucción para poder acogerse a este modelo laboral, y, según ha podido saber
Redacción Médica, un pequeño número de profesionales han trasladado ya su interés por el mismo. Una facultativa, de hecho, acudió a los representantes sindicales para trasladar una reclamación a
Osakidetza apenas días antes de que el Servicio publicara la instrucción.
En el documento que se ha trasladado a la plantilla del
Servicio Vasco de Salud, al que ha tenido acceso este periódico, el Gobierno autonómico asume la necesidad de,
“excepcionalmente”, permitir a los facultativos de Familia y Pediatría “continuar prestando servicios hasta el cumplimiento de la edad de 70 años sin que resulte de aplicación lo dispuesto en el Plan de Recursos Humanos vigente”.
Tal y como avanzó José Luis Escrivá, esta medida tendrá una vigencia de tres años,
“finalizando el 28 de diciembre de 2025”. Hasta entonces, el personal de Osakidetza perteneciente a la Atención Primaria (se calcula que en torno al 15 por ciento entrará en edad de jubilación ordinaria en los próximos tres años) podrá compatibilizar su salario (tanto a tiempo completo como parcial) con
hasta un 75 por ciento de la pensión contributiva por retiro.
“No podrá acogerse a esta modalidad el beneficiario de una pensión contributiva de jubilación de la Seguridad Social que, además de desarrollar las funciones como personal facultativo de Atención Primaria, realice cualquier otro trabajo fuera de Osakidetza
por cuenta ajena o cuenta propia”, recoge el documento.
“La medida adoptada tiene la finalidad de dar respuesta temporalmente a la situación de falta de personal facultativos de Atención Primaria”, reza la instrucción, que subraya que este fenómeno no supondrá “la no aplicación de las listas de
contratación de personal temporal”. Es decir, que se requerirá la realización de la oferta al personal incluido en las bolsas de contratación temporal previamente a su incorporación al sistema.
Implantación lenta de la jubilación activa
Lo cierto es que
la implantación de este modelo se ha dilatado en el tiempo en el caso de la comunidad vasca. De hecho, según informan fuentes de
UGT Euskadi, la instrucción se envió a raíz de una reclamación a la Dirección de Recursos Humanos de Osakidetza motivada por el interés de una de las trabajadoras del servicio. Esa petición
se materializó el 25 de abril, dos días antes de que el Ejecutivo autonómico acordara la regulación de la jubilación activa.
“Hasta ese momento no había ninguna instrucción para que los médicos pudieran acogerse a este sistema; no se había desarrollado la
normativa estatal”, apunta
Ana Vázquez, responsable del área sanitaria de UGT en el País Vasco.
Planes para el rejuvenecimiento de plantillas
Desde UGT conceden que “es necesario activar mecanismos que palíen y mejoren la situación actual de falta de profesionales”, si bien matizan que no hay que dejar de lado los planes orientados al “rejuvenecimiento de las plantillas”. La propia Vázquez aboga, en este sentido, por establecer medidas que prevean “la
necesidad de profesionales a corto, medio y largo plazo, de modo que se eviten situaciones de falta de personal” como la actual.
También en el Sindicato Médico de Euskadi
califican de “positiva” la medida, aunque subrayan que Osakidetza “se limita a aplicar lo que dice la
Ley General de la Seguridad Social”.
“Aunque en este momento la negociación está bloqueada, en encuentros previos Osakidetza ya había transmitido al SME su intención de aplicar esta medida
hasta la edad de 68 años. El Sindicato Médico le propuso que se aplicase hasta el máximo que permite la ley, 70 años, ya que si el objetivo es compensar la falta de facultativos no veíamos razón para recortar la edad de aplicación”, concluyen.
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