En menos de una semana acaba el plazo para presentar las
enmiendas al proyecto presupuestario del Gobierno Vasco para el próximo año, y si bien desde la Consejería de Hacienda ya han informado que Lakua no negociará con los grupos de la oposición las posibles modificaciones de las
cuentas del 2024, los partidos políticos que no sustentan el Ejecutivo de Urkullu mantienen la esperanza de que Hacienda acepte algunas de sus reivindicaciones. Según ha podido saber
Redacción Médica,
Elkarrekin Podemos ha solicitado incrementar los presupuestos del Departamento de Salud en unos
145 millones de euros.
La coalición formada por Podemos Ahal Dugu e Izquierda Unida ha pedido a la Consejería que dirige
Gotzone Sagardui incrementar, entre otras cuestiones, en 18 millones de euros las
redes de salud mental. También urgen a Salud una partida extra de 30 millones para el aumento y mejora de la
cartera de servicios, así como otros tantos para comenzar la
publificación de emergencias y transporte público.
Además, la coalición de izquierdas ha trasladado a la
Consejería de Salud la necesidad de elaborar un
“plan de refuerzo de la sanidad pública”, que vaya en contra de la
externalización y privatización, para lograr
reducir las listas de espera de las consultas médicas y de las intervenciones quirúrgicas. Para llevar a cabo dicho plan, Elkarrekin Podemos plantea una inversión de 30 millones de euros. Pero entre sus principales
enmiendas sanitarias también se encuentra la de garantizar los horarios y calendarios “adecuados” en los puntos de
antención continuada, para lo que prevén una cuantía de otros 30 millones de euros.
Pero estas enmiendas de Elkarrekin, que se traducen en
correcciones presupuestarias de más de 145 millones de euros, no son las únicas que han presentado los grupos parlamentarios a la Consejería de Salud del Gobierno Vasco. Y es que la coalición abertzale
Euskal Herria Bildu ya anunció hace unos días que de los 350 millones de euros que plantearon en enmiendas,
150 van dirigidas a Osakidetza. Concretamente, Bildu ha propuesto derivar
90 millones de euros para la reducción de las listas de espera y
60 millones para la adscripción de médicos a los cupos de Atención Primaria. Se trata de una propuesta planteada para hacer frente a la
“decadencia” de Osakidetza, según argumentó
Nerea Kortajarena, líder de la oposición y portavoz de la coalición en el Parlamento Vasco.
Atención Primaria, foco de las enmiendas
Ambos grupos de la izquierda vasca han optado por centrar sus esfuerzos en lograr una
mejora del primer nivel asistencial del territorio. Elkarrekin Podemos argumenta que con sus enmiendas busca “un refuerzo de la sanidad pública”, garantizando la “prestación directa de servicios, tanto sanitarios como para algunos servicios auxiliares” de la
salud vasca. Según afirman esas mismas fuentes de la coalición morada, uno de los objetivos que busca Elkarrekin es mejorar la “accesibilidad y el
descongestionamiento de las Urgencias”. “Así mismo, queremos dar importancia a la
salud mental a través de una mayor financiación”, sentencian.
El
Partido Popular, por su parte, sigue en el proceso de la elaboración de enmiendas. No obstante, desde sus filas adelantan a este diario que
presentarán enmiendas “en todas las áreas”, también en la sanitaria, y recuerdan que todavía tienen “unos días” para presentarlas. Ese plazo termina la próxima semana, el
miércoles 29 de noviembre o, a más tardar, el mediodía del jueves 30 de noviembre.
Presupuesto de Salud para 2024
El consejero de Economía y Hacienda,
Pedro Azpiazu, ya presentó el pasado 24 de octubre el
proyecto presupuestario del Gobierno Vasco, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Azpiazu detalló que la partida sanitaria ascendería hasta los
4.900 millones de euros, un 5,4 por ciento más que en el ejercicio de 2023. En total, el
Ejecutivo de Iñigo Urkullu presentó unos presupuestos de unos
15.000 millones de euros.
Pero los partidos que conforman y sustentan al Gobierno Vasco, Partido Nacionalista Vasco (
PNV) y Partido Socialista de Euskadi (
PSE-PSOE), cuentan con mayoría absoluta, por lo que la aprobación del proyecto presupuestario para 2024 no depende del ‘sí’ de ninguna otra formación política. Si bien todavía queda una semana para seguir negociando, en Hacienda dan por cerrado cualquier posible acuerdo con los grupos de la oposición. Según las previsiones, los presupuestos se debatirán, votarán y aprobarán el próximo
22 de diciembre.
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