El
Sindicato Médico de Euskadi (SME) ha ganado una batalla judicial a Osakidetza. La organización interpuso un recurso contencioso-administrativo contra el Servicio vasco de salud solicitando
la anulación del Acuerdo de 23 de julio de 2019, por el que se regulaba la constitución, estructura y funcionamiento de las unidades de gestión clínica, los contratos de gestión clínica, las unidades de referencia y los acuerdos de gestión clínica.
Según
Mabel Arciniega, secretaria general del SME, no es la primera vez que pide la cancelación de dicha norma. Ha explicado a
Redacción Médica que
las unidades de gestión clínica son un invento de Osakidetza que tenía como objetivo organizar “de la manera que mejor podían” los recursos humanos en los hospitales.
Un ejemplo, para entender mejor esta iniciativa, es lo que se intentó poner en marcha en el hospital donde trabaja Arciniega. Osakidetza, tal y como ha señalado, quería establecer una unidad en el Hospital Alto Deba, en Mondragón, y en el Hospital de Txagorritxu, el más grande de Vitoria. La causa fue
la falta de anestesistas en el primero de ellos.
Sentencia contra las unidades de gestión clínica de Osakidetza
De esta forma, la dirección de los centros puede decidir si un facultativo trabaja en Mondragón o en Vitoria, “el día que sea”. “Nosotros no somos contrarios a que se hagan cambios organizativos, pero
ese tipo de apaños no se pueden hacer unilateralmente”, ha puntualizado. El problema está en que esta iniciativa, aunque pueda reestructurar los servicios, “afecta y mucho a las condiciones laborales de los trabajadores”. Por ello, el SME veía inviable que a una persona que ha conseguido plaza fija en Vitoria, se le mande a Mondragón a ejercer.
“Una medida como esta tiene que ser siempre consensuada y negociada con
los representantes legítimos de los sanitarios”, ha añadido. Por ello, el
Tribunal Superior de Justicia de País Vasco ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por Osakidetza, por lo que le ha dado la razón a la organización sindical.
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