Los trabajadores del
Hospital Vithas San José (Vitoria) volverán a manifestarse este jueves en las inmediaciones del centro para conseguir una mejora de sus
condiciones laborales, las cuales se han visto prácticamente estancadas durante los últimos 10 años, y apuntan que, “si es necesario”, aumentarán la presión sobre la empresa con el recrudecimiento de sus protestas, tal como ha indicado a
Redacción Médica la presidenta del Comité de Empresa, Aurora Rodríguez.
El pasado 31 de diciembre finalizó el
convenio laboral firmado cuando Vithas San José adquirió el centro hace 10 años, un periodo en el cual los trabajadores no han tenido “ningún tipo de mejora” pese a que
la empresa ha tenido beneficios “durante todos esos años”, apunta Rodríguez. Este hecho molesta especialmente al personal, que con su buen trabajo ha logrado que la firma haya podido obtener esos buenos resultados y que
al final no redunda en una mejora de sus condiciones.
“Somos el hospital privado de Euskadi que
más horas trabajamos (1.700 anuales) y menos cobramos”, lamenta la presidenta del Comité de Empresa, que también se queja de que más de un 20 por ciento de la plantilla, compuesta por unos 200 profesionales, es eventual. “
Hay una rotación de plantilla constante y los trabajadores estamos todo el rato enseñando a personal nuevo”, asegura.
Peticiones que la empresa deniega
La situación actual es que las negociaciones con la empresa que comenzaron el pasado noviembre
“están rotas” y no hay visos de que se resuelvan, dado que los trabajadores se encuentran a expensas de ser convocados por los representantes de la compañía para llegar a un consenso, el cual
se antoja complicado a tenor de las negativas que ha recibido la plantilla en cuanto a sus reclamaciones.
Entre las mismas se encuentra una mejora de las
condiciones salariales, una
reducción del número de horas trabajadas al año y el establecimiento del
calendario laboral, un aspecto sobre el cual la empresa quiere tener control absoluto.
En cuanto al aumento de las retribuciones, los trabajadores piden que las actualizaciones salariales vinculadas al IPC se fijen en función del porcentaje que aumente ese indicador y que al mismo se le sume un 0,5 por ciento.
Por otro lado, se reclama que el cómputo de horas anual se reduzca en 21, una petición que se ha reducido desde que, en el comienzo de las negociaciones, se pedía una reducción de jornada de 50 horas anuales.
Aumento de la presión
En principio,
todas estas exigencias han sido rechazadas hasta el momento por la empresa, algo que ha provocado la ruptura de las negociaciones y que ha puesto a los trabajadores del hospital en pie de guerra con manifestaciones en las inmediaciones del centro a las que suelen acudir alrededor de la mitad de la plantilla y que no afectan al funcionamiento del mismo.
Por ello, desde el Comité de Empresa se advierte de que hasta que las peticiones planteadas para la firma del nuevo convenio no sean atendidas y negociadas
se incrementará la presión “si es necesario”.
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