La Fiscalía de Bizkaia ha hecho público el escrito de acusación contra los cuatro imputados del '
caso Margüello', que estableció una trama mediante la cual las empresas de
José Carlos Margüello, jefe de Sección de la Unidad de Calidad del Hospital de Cruces, fueron favorecidas por concesiones públicas. En ellas actuaba como cara visible María Nieves Fernández, que evitaba que Margüello incurriera en incompatibilidad. Así, el fiscal ha pedido 26,5 años de cárcel para los tres excargos de la Administración y 11 para la citada afectada; además de la devolución de 6.821.154 euros como perjuicio económico ocasionado a la región, según informa
El Independiente.
En opinión de
Juan Luis Uria, actual presidente de la
Comisión de Salud del Parlamento vasco y miembro de Podemos, “todo el mundo sabía lo que estaba pasando”. “Yo era inspector médico entonces y, al igual que mis compañeros y que toda la ‘casa’, conocíamos el asunto. De hecho, hace no mucho un colega me comentaba que
los beneficios de aquel concierto sanitario eran especialmente altos. Lo que me ha sorprendido ha sido la aparición del viceconsejero, Rafael Cerdán, que firmó lo que no tenía que firmar”, ha aseverado el actual representante público.
A
Jesús María Fernández, actual
portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, le estalló la trama en la cara nada más formarse el Gobierno socialista en el País Vasco, del que él fue viceconsejero de Salud. En mayo de 2009, El Mundo de El País Vasco destapaba la trama. El momento elegido para sacarla a la luz es de las primeras cosas que llamó la atención a Fernández, que se pregunta: "¿Por qué se esperó a formar Gobierno y no salió durante la campaña?".
"El chiringuito"
Pocos días después de saltar la noticia, la nueva Consejería de Salud, liderada por Rafael Bengoa, iniciaba una investigación mediante una comisión en el Parlamento Vasco. Fernández explica por qué tomaron esa decisión:
"Simplemente no podíamos mirar hacia otro lado". Aquí surge otra de las cuestiones que sorprende a Fernández: "Todos los médicos conocían el negocio porque tenían que pasar por esta especie de chiringuito para hacer cualquier trámites". Nadie denunció. A juicio de Uria, a Bengoa el caso “le explotó en las manos e hizo lo que tenía que hacer: hacerlo público y establecer las demandas pertinentes”.
Además, Bengoa y Fernández sufrieron todo tipo de acusaciones, tanto desde el PNV como desde medios nacionalistas, que llegaron a tildar el caso como 'La Trama Bengoa-Fernández'. El ex-viceconsejero relata que vivió esos momentos "muy mal a nivel personal" por las acusaciones que se vertieron en su contra. Para dar carpetazo a este tipo de prácticas, la Consejería retornó al sistema anterior y "volvió a dar los contratos a través de concursos".
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