El curso 2019-2020 tendrá por primera vez en la historia
un cupo del 40 por ciento para alumnos que quieran estudiar Medicina en vasco –euskaldunes- en la Facultad de Medicina de la
Universidad del País Vasco. O al menos esa es la previsión del decano de dicha facultad, que defiende que la misma se debe únicamente a motivos
“logísticos” y no ideológicos.
Joseba Pineda, decano de la Facultad de Medicina del País Vasco, explica a
Redacción Médica que reservar ese cupo para estudiantes vascoparlantes evitará que
“queden plazas sin cubrir dentro de las clases que se imparten en euskera”.
Según denuncia el decano, cada curso un tercio de las estudiantes que se matriculan en el la
Universidad el País Vasco acaban abandonando, ya que han sido elegidos en otra universidad. A esta situación se le denomina matrículas condicionadas. Es decir, aquellos alumnos que eligen la facultad de
Medicina del
País Vasco como segunda, tercera o incluso cuarta opción, a la espera de ser convocados por su primera petición. Esto sucede, según el decano, a final del primer cuatrimestre impidiendo que esas plazas puedan volver a ser cubiertas.
“Los estudiantes que se matriculan en nuestra universidad pueden hacerlos en dos idiomas,
castellano y euskera. El caso es que el problema de las matrículas condicionadas solo afecta al grupo de castellano, ya que hay muchos estudiantes de fuera del
País Vasco que han elegido esta opción y que posteriormente terminan abandonando para escoger su opción preferente, dejando así plazas sin cubrir”, señala Pineda.
Para evitar esto, la propuesta de la Junta de
Facultad fue “hacer dos procesos diferenciados de matriculación. Por un lado el euskera y por otro el castellano. De este modo, las matrículas condicionadas solo se concentrarán en el segundo grupo. Así en vez de afectar al total de las 325 plazas ofertadas,
solo afectaría a las plazas de los grupos en castellano”.
Y es que, según el decano, en la actualidad la demanda por estudiar
Medicina en euskera no supera el 40 por ciento, de ahí la propuesta de establecer ese cupo, “el cual no es fijo ni excluyente y podría ser modificado en función de las necesidades de cada curso”.
No hay desigualdades
El
Partido Popular en esta comunidad ya ha denunciado la propuesta declarándola como “ilegal”, porque “se facilita la entrada a los euskaldunes, que podrán conseguir plaza con un rendimiento académico menor que otro que opte por estudiar en castellano”.
Según
Joseba Pineda esta afirmación es falsa, ya que “según los datos que tenemos la nota de corte del ultimo alumno que ha elegido el grupo euskera libremente es medio punto más alta que el alumno que ha escogido la opción en castellano”.
Por último, Pineda concluye recordando que “algo menos del 50 por ciento de los estudiantes del País Vasco eligen hacer la carrera en castellano por distintas razones. Es un porcentaje mayor a lo esperable. Del resto de alumnos que vienen de fuera, que pueden ser entre un 15 y 25 por ciento, eligen castellano. Estamos encantados de acoger personas de fuera en castellano.
Lo que no nos gusta en la facultad es que las plazas que se eligen como segunda opción se queden vacías, distorsionando la planificación del curso”.
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