El consejero de Salud, Fernando Domínguez, ha asegurado este martes en el Parlamento, que su departamento ha situado la salud mental como uno de sus objetivos estratégicos, al tiempo que ha afirmado que los trastornos mentales se pueden considerar "un problema de salud pública". En este sentido, ha apuntado que "no se les puede dar una respuesta desde los sistemas asistenciales tradicionales", sino que es necesaria la implicación interdepartamental de todas las políticas del Gobierno.
De esta forma, las necesidades más importantes que se han identificado en esta materia son el impulso de la promoción de una buena salud mental en la población general y en colectivos de riesgos específicos, el impulso de la prevención de los trastornos mentales y la actuación para posibilitar la erradicación del estigma asociado a los trastornos mentales.
Además, Salud quiere mejorar la coordinación con la Atención Primaria, el desarrollo de intervenciones no farmacológicas definiendo una cartera de servicios estructurada, y el desarrollo de nuevos recursos específicos para la población con trastornos más graves. Entre algunas de las medidas que está impulsando el Gobierno, el consejero ha citado el programa de prevención de suicido, la realización de un proyecto de investigación para el análisis de las tentativas suicidas, programas de autocuidado y la intervención desde Atención Primaria. También ha citado la incorporación de plazas de enfermera especialista de salud mental en la oferta pública de empleo en Salud o la puesta en marcha del Comité de la Estrategia de Salud Mental.
Perspectiva de género, excesiva medicalización y sociabilización de la salud mental
En el turno de intervención de los grupos, la portavoz del PSN, María Chivite, ha afirmado que la red de salud mental "funciona razonablemente bien… pero no veo ambición, veo que las cosas funcionan pero no sé si nos adaptamos a las nuevas necesidades y a los nuevos estudios que hay". Por parte de EH Bildu, Bakartxo Ruiz ha pedido que se tenga en cuenta la perspectiva de género, señalando que un 27 por ciento de las mujeres están en riesgo de mala salud mental, una cifra que se rebaja al 17 por ciento en el caso de los hombres.
La portavoz de Podemos, Teresa Sáez, y ha llamado la atención sobre el hecho de que ha habido "un exceso de medicalización" en la atención a pacientes. "Es importante trabajar de una manera integral en la que la medicalización sea la justa y necesaria. Ahí se tiene que seguir avanzando mucho y con honestidad, porque hay muchos intereses que pujan para que haya medicalización", ha indicado.
Por parte del PPN, Javier García ha afirmado que la atención a la salud mental "no es sólo un problema institucional, sino también un problema social", algo que se debe tener en cuenta para revisar el Plan Estratégico de Salud Mental, y ha abogado por integrar las políticas sanitarias en la educación.
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