El
decreto sobre salud sexual y reproductiva, ya en su fase final de tramitación, está provocando que surjan voces críticas, en este caso por parte de los profesionales de la sanidad pública, que deberán practicar interrupciones voluntarias del embarazo.
El consejero de Salud
, Fernando Domínguez, ha asegurado este miércoles que “si hay que contratar ginecólogos, se contratarán”, en referencia a las palabras de del director de ginecología del Complejo Hospitalario de Navarra, Ricardo Ezcurra, en las que advertía de las dificultades para practicar abortos en el sistema público de Salud por las objeciones de conciencia del personal.
“En el departamento conocemos esta situación” ha advertido Domínguez, “pero el derecho a la
objeción de conciencia de los profesionales sanitarios no debe impedir el
derecho de las usuarias al aborto”.
El consejero ha dicho que
aún no se está contratando personal externo “porque todavía no ha entrado en vigor el decreto”, por lo que se desconocen las necesidades concretas. Además, ha reconocido que no se conoce el número exacto de objetores de conciencia porque no existe la obligación de inscribirse en el registro.
Domínguez también ha
rechazado la posibilidad de que se produzcan relevos en la dirección del Complejo Hospitalario de Navarra, después de las insinuaciones que realizó Bildu este martes sobre que los directivos del centro no favorecían la aplicación del decreto..
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