El
Colegio de Enfermería de Navarra ha acogido con "satisfacción" la
modificación de los estatutos del
Servicio Navarro de Salud, que permite a las
enfermeras seguir dirigiendo equipos de
Atención Primaria. Actualmente, siete zonas básicas de salud navarras están dirigidas por enfermeras.
En este sentido, la presidenta del Colegio de Enfermería de Navarra,
Arantxa Osinaga, ha expresado que “en nuestros días la
asistencia sanitaria ya no gira únicamente en torno al
acto médico, sino que involucra a distintos profesionales de un
equipo multidisciplinar". "En definitiva, en el Colegio de Enfermería estamos convencidas de que resulta necesario aceptar que las
profesiones sanitarias son complementarias y de todas depende el buen funcionamiento del sistema de salud".
En un comunicado, el Colegio ha destacado que con esta reforma, que ha entrado en vigor este miércoles, el
Ejecutivo navarro "ha tratado de conciliar la sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) del 10 de septiembre de 2017, que solo permitía a los médicos el acceso a estos puestos, y la voluntad del
Departamento de Salud".
La demanda que originó dicha sentencia, ha detallado, fue interpuesta por el
Sindicato Médico contra los artículos 20.2 y 22 (apartados 1, 3 y 4) del Decreto Foral 171/2015 que aprueba los estatutos del SNS. El Colegio de Enfermería de Navarra, además de mostrar entonces su "sorpresa e indignación", presentó un
recurso de casación ante el
Tribunal Supremo, que "resultó inadmitido a primeros de julio, al igual que el presentado por el
Gobierno de Navarra".
Por tanto, el Colegio de Enfermería ha celebrado "la reforma de los estatutos ahora efectuada porque viene a reflejar la realidad sanitaria de Navarra, donde siete centros de salud están dirigidos por enfermeras, elegidas para el cargo por los propios equipos de Atención Primaria". Se trata de los centros de
Burguete, Burlada, Elizondo, Santesteban, Salazar, Viana y Villatuerta.
"Para acceder a un puesto de dirección no debe considerarse únicamente la titulación académica"
Osinaga ha defendido que para acceder a un
puesto de dirección "no puede considerarse únicamente la
titulación académica, sino que es preciso que el
profesional sanitario titulado cuente con una formación específica de posgrado en gestión, además de habilidades personales como la capacidad de
liderazgo y de comunicación, la asertividad o la empatía".
Por último, ha subrayado que "los
grados de Medicina y de Enfermería cuentan con las mismas horas de formación en aspectos relacionados con la gestión sanitaria, que son tres créditos en el caso de las
universidades navarras".
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