El nuevo centro de salud que se está edificando en Lodosa será un centro pionero en España y ejemplo de construcción de alta eficiencia energética, adaptada a los últimos requisitos para la construcción de edificios de 'consumo de energía casi nulo' (EECN). En concreto, será el primer centro sanitario del estado en obtener la calificación passivhaus (casa pasiva, en referencia al estándar constructivo alemán que busca combinar confort con eficiencia y un precio asequible).
Las obras han sido visitadas recientemente por el consejero de Salud de la Comunidad Foral de Navarra, Fernando Domínguez, acompañado por el alcalde de Lodosa, Pablo Azcona; la gerente del Área de Salud de Estella, Marisa Hermoso de Mendoza, por Nancy Gonzalo, Beatriz Gaya, y Luis Sagasti, directivos del Área de Salud de Estella, quienes han recibido las explicaciones sobre las características constructivas del edificio por parte de los arquitectos Sara Velázquez y Hugo Lapeña, del estudio Varquitectos; de Juanjo Visus, de la ingeniería Envés, y de Eduardo Reinares, de la empresa contratista, Qoda, Calidad, Organización y Vivienda, S.L.
Primer centro español con estas características
El modelo Passivhaus es el estándar de eficiencia energética más exigente del mercado. Creado en Alemania, cuenta con reconocido prestigio internacional por su sistema de verificación de que los consumos de proyecto se cumplen. Además, se adapta al clima de cada zona y es relativamente fácil de implementar. Se basa en colocar un aislamiento térmico que limite casi por completo las pérdidas, tiene carpinterías y vidrios mejorados, alta hermeticidad al aire y ventilación con recuperación de calor. Todo ello permite que las ganancias solares que en un edificio ordinario se pierden por las infiltraciones o el poco aislamiento aquí cuenten para el calentamiento, ahorrando calefacción.
Con respecto a la aplicación de este modelo en el nuevo edificio del centro de Salud de Lodosa, lo que permitirá certificarlo como el primero en España construido con los estándares Passivhaus, el proyecto prevé actuar sobre el factor forma del edificio, para hacerlo más compacto; se ha actuado también sobre los huecos (ventanas), reduciéndolos en el lado norte y apaisándolos en el sur, para que en invierno entre el sol y en verano se puedan proteger mediante aleros. Además, se han introducido protecciones solares regulables, pues en un edificio bien aislado y estanco hay que evitar el sobrecalentamiento. Las consultas se pueden sombrear sin perder las vistas a la cercana arboleda del Ebro.
Otra medida importante es la utilización de recuperadores de calor de alta eficiencia, pasando de un valor inicial de 47 por ciento al 85 por ciento. Un recuperador de calor toma el aire frío del exterior y lo calienta gracias al calor extraído del aire interior, sin mezclar aire sucio y limpio. De este modo, en invierno en lugar de introducir aire de la calle a 0º, se precalienta de manera prácticamente gratuita hasta aproximadamente 17º, con lo que únicamente se utiliza consumo de energía para calentarlo hasta 20º. También se mejora el aislamiento térmico, con 20 cm en fachadas, 30 cm en cubiertas y 20 en soleras sobre forjado ventilado, ha informado el Gobierno foral en una nota.
La carpintería es mixta de aluminio-madera, de altas prestaciones y vidrios triples con cámaras rellenas de argón, que consiguen la eliminación de puentes térmicos. Además se prevé conseguir un índice de hermeticidad del 0,6 renovaciones por hora, y se van a colocar paneles fotovoltaicos para cubrir el consumo eléctrico permanente sin vertido a la red.
Con estas medidas se estima que la demanda de calefacción pasará de 118kWh/(m2a) a 14. Se conseguirá igualmente un mayor confort debido a la ausencia de corrientes de aire, paredes excesivamente frías o excesivo soleamiento, así como una reducción de los consumos eléctricos, gracias a la mayor eficiencia de los recuperadores, el paso de la iluminación a led y a la producción propia. Se cuenta, además, con la posibilidad de conexión a la futura red municipal de calor producida con biomasa local. Además del ahorro energético, el edificio contribuirá de manera notable a la reducción de emisiones de CO2, cumpliendo con los objetivos de la Hoja de Ruta del Cambio Climático-Klina.
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