El miedo al despido abre el debate sobre el fin del funcionario-sanitario

El Anteproyecto de la nueva Ley Foral de Salud de Navarra ha provocado cierta preocupación entre las organizaciones sindicales. La modificación del régimen jurídico del Servicio Navarro de Salud y del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) podría significar “una puerta de entrada a la privatización” para algunas de ellas y, al erradicar los corsés funcionariales, “se facilitaría el despido de los sanitarios, ya que pasarían a un régimen de personal laboral fijo”.

De hecho, casi todos los sindicatos comparten esta disconformidad frente a la norma, que se encuentra en información pública hasta el 31 de diciembre. Entre ellos, se encuentran el Sindicato Médico de Navarra (SMN), el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) y Afapna, que han compartido con Redacción Médica sus valoraciones.

El consejero de Salud de Navarra, Fernando Domínguez, ha explicado que "no hay nada innegociable" en relación a los cambios que se plantean. Según aseguró el pasado lunes en un acto público, el cambio de naturaleza jurídica del SNS y del ISPLN "es una de las formas de conseguir esa flexibilidad que exige el sistema sanitario, de hacerlo más ágil". Aun así, el Departamento de Salud no se cierra a nada: "Todo es negociable y si encontramos entre todos una alternativa que nos permita hacer que el sistema sanitario tenga esa misma flexibilidad, lógicamente lo cambiaremos".

Para Alberto Pérez, secretario general del SMN, “no existe una necesidad real de una nueva Ley Foral de Salud”, aunque ha indicado que la que está en vigor es de los años 90. Sin embargo, ha defendido que desde el sindicato están de acuerdo con que el Servicio de Salud de Navarra y el ISPLN tengan una mayor autonomía en cuanto a personal.

"Facilidad" en los despidos de profesionales sanitarios

“Al final, Osasunbidea está regulada por una normativa que afecta a todos los funcionarios navarros, y no es lo mismo un profesor que un médico”, ha puntualizado. Lo que más le preocupa del documento oficial es que, si se sale adelante la hipotética ley, “el personal de nueva contratación tendrá un contrato o un régimen fijo laboral indefinido”.

De esta forma, según Pérez, se consigue que Navarra “deje de ser competitiva para captar el talento médico”. Una “mala” condición que se suma a otras que ha apuntado, como que la comunidad foral “sea la única con Asturias, Ceuta y Melilla en la que se mantiene la exclusividad de facultativos". Incluso ha matizado que haría “menos atractivas” especialidades en las que empieza a haber problemas como Dermatología, Oftalmología o Cirugía Estética y Reparadora, en Pamplona.

“Además, los médicos navarros estamos en un régimen funcionarial que nos excluye de cualquier tipo de traslado al resto de España”, ha añadido. Por ello, “si a todo ello le sumamos que si alguien quiere ir a Navarra y sabe que no va a tener una plaza en la que se pueda quedar toda la vida, va a ser muy complicado atraer a profesionales”. Esto ocurriría porque los facultativos pasarían a tener un contrato laboral indefinido, con el que "pueden ser cesados con una indemnización". Aun así, no sabe que pasará: “La Ley Foral de Salud deja muchas cosas en el aire”, ha señalado.

Una posible privatización del sistema sanitario público

En este mismo sentido, Begoña Ruiz Malagón, secretaria autonómica del Sindicato de Técnicos de Enfermería en Navarra, ha alertado de que esta norma es “una puerta de entrada a la privatización”. Ha apuntado que el hecho de que Osasunbidea pase de ser completamente pública a una entidad pensada como empresarial “da pie a hacer despidos y a que se privaticen los servicios”.

Es verdad que ha afirmado que el Servicio Navarro de Salud necesita más autonomía respecto a otras administraciones, ya que “no se puede estar dependientes de calendarios o permisos de Función Pública”. Para ella, es muy importante que se escuche la voz de todos los sanitarios: "Cada uno tiene condiciones diferentes y hay que contar con la gente, algo que no se ha hecho”.

Por otro lado, ha explicado que, aunque sea un documento abierto a alegaciones, parece que ya está cerrado. De hecho, ha afirmado que desde SAE no se ha presentado ninguna, ya que la base del texto, esa modificación de régimen jurídico, “no debería ni salir”.

De esta manera, ha puesto en valor la importancia de que el enfoque de Osasunbidea siga siendo público: “Una empresa privada busca negocio y en el sistema sanitario público, aunque se invierta mucho dinero, no se tiene la intención de ganarlo”. Incluso ha defendido que, además, a la hora de optar a un puesto de trabajo, si el régimen sigue siendo el mismo, existiría transparencia en las oposiciones, “algo que en una empresa privada no existe”.

Por su parte, el sindicato Afapna ha mostrado también su rechazo a esta iniciativa. “Bajo ningún concepto vamos a permitir que se privatice ninguno de los sectores de la Administración Pública y, mucho menos, un pilar como es el de Salud, fundamental para el estado del bienestar”, han indicado a este medio.

Así, “Afapna no defenderá nunca una pérdida de los derechos y de las condiciones laborales para ningún colectivo, y esta medida merma considerablemente la calidad asistencial de Osasunbidea y del ISPLN". Por ello, desde la organización piden claridad, transparencia y escucha de todos los agentes implicados con este Anteproyecto de Ley Foral.