La
violencia contra sanitarios se extiende también a los profesionales de las ambulancias. El
sindicato CGT ha denunciado la agresión a un conductor de ambulancia no asistencial el pasado mes de mayo. Los hechos ocurrieron durante el trayecto en el que el paciente, en estado de embriaguez, estaba siendo trasladado de
Los Alcáceres (Murcia), al centro sanitario. Había tenido una pelea en un
salón de juego y resultó herido en la boca.
Durante el trayecto, el afectado
rompió la malla de separación del habitáculo de la ambulancia. Fue en ese momento cuando se produjo la agresión, tanto verbal como física. El hombre pasó a la zona delantera del vehículo para, posteriormente, saltar.
Por su parte, el sindicato admite no entender por qué el paciente no iba acompañado de ningún policía, dada la alteración que tenía. El altercado, al haberse
producido con el vehículo en marcha, podría haber provocado daños en terceras personas.
No es la primera agresión que ocurre según el sindicato. "
Ya son varias las agresiones recibidas a los conductores de este tipo de ambulancias", y el director gerente de la Gerencia de Urgencias y Emergencias sanitarias 061 de la Región de Murcia le corresponde, añade esta organización, "
la dirección de las actuaciones relacionadas con transporte sanitario, y el seguimiento, evaluación y control encaminados a asegurar la calidad en la prestación del servicio".
Un único conductor
Estos servicios, afean desde el sindicato, en los que engloban UME (Unidad Móvil de Emergencias), SUAP y PAT (Servicio Urgentes Atención Primaria) y SVAE (Soporte Vital Avanzado de Enfermería) tienen un único conductor. No disponen de personal como para afrontar situaciones de
insconciencias en vías públicas sin saber qué lo ha
provocado, accidentes o partos en curso.
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