El Complejo Hospitalario de Cartagena practicó 123 linfadenectomías en 2015, según han informado fuentes del
Servicio de Fisioterapia y Rehabilitación del centro, que ahora va a proceder a analizar la eficacia de los programas de prevención de esta complicación, frecuente en las mujeres operadas de cáncer de mama con vaciado axilar.
Este trabajo de verificación lo llevará a cabo personal del hospital en colaboración con el de otros centros, según ha explicado
la responsable de la Unidad de Linfedema del complejo hospitalario, Isabel García Hernández. Entre otros, cabe citar el 12 de Octubre, el Ramón y Cajal y el Universitario de Fuenlabrada, los tres de Madrid.
En 2015, han puntualizado las mismas fuentes, en el Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena se practicaron 123 linfadenectomías axilares en la Unidad de Mama del Hospital General Universitario Santa Lucía y se incluyeron hasta 113 pacientes en el programa de prevención de
linfedema.
Por otra parte, por medio de este programa y desde 2012, la Unidad ha ofrecido charlas preventivas a estas pacientes para ayudarles “a mejorar su posoperatorio teniendo en cuenta que esta dolencia
puede aparecer inmediatamente después de una intervención pero también transcurridos años”.
En ellas, ha subrayado García, “se dan unas pautas que se deben seguir tanto en el ámbito hospitalario como en el aseo personal y doméstico cuando las pacientes estén en su rutina diaria y que deben acompañar con ejercicios respiratorios y muy básicos para favorecer el flujo linfático”.
Se trata de un refuerzo, ha añadido García, al tratamiento asistencial que procura la Unidad de Linfedema del servicio de Rehabilitación “que garantiza a las pacientes tratamientos de presoterapia, masajes linfáticos y la práctica de ejercicios específicos”.
Desde el Área II de Salud han dado a conocer que las pacientes que desarrollan linfedemas asociados a cáncer de mama tienen “peor estado de salud”, a lo que se suma
un estado emocional más negativo y peor calidad de vida global que las que no presentan la complicación.
Charlas informativas en el Rosell
En el
Santa María del Rosell tienen lugar, desde hace cuatro años, las charlas preventivas que, según la responsable de la Unidad de Linfedemas del Servicio de Fisioterapia y Rehabilitación, cuentan “con gran aceptación y resultados muy satisfactorios”.
En este sentido, García ha explicado que “las pacientes presentan reticencia, a veces, a mover el brazo por el temor a causar herida en las cicatrices cuando, con unos sencillos ejercicios y unas medidas de higiene personal y cuidados, resulta fácil prevenir consecuencias posteriores”.
De este modo, ha avanzado la responsable de la Unidad, los linfedemas “pueden aparecer inmediatamente después de una intervención de este tipo pero también lo hacen transcurridos hasta diez años y, por esto, es muy importante que las pacientes lo sepan y que conozcan cuáles son las medidas que se deben tomar en ese momento y las que se pueden llevar a cabo en el tiempo para prevenir que esto ocurra”.
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