Redacción. Madrid
Simón Viñals, encargado del servicio médico de la macrofiesta del Madrid Arena y acusado de homicidio por imprudencia grave profesional, ha afirmado este martes que tenía material "suficiente" para reanimar "a tres personas a la vez", del mismo modo que contaban con inyecciones de adrenalina para ese mismo número de personas.
El fiscal, por el contrario, afirma que al atender a tres de las menores víctimas de los hechos ni él ni su hijo Carlos "fueron capaces de reconocer que", al menos dos de ellas, estaban en parada cardiorrespiratoria y "enseguida diagnosticaron erróneamente que estaban fallecidas". Viñals se ha defendido afirmando que "tenía material suficiente para hacer una reanimación cardipulmonar avanzada, hasta para tres a la vez", en alusión a las tres chicas.
Carlos Viñals y Simón Viñals.
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Viñals ha indicado durante su declaración que cuando llegó al Madrid Arena --sobre las 22.30 horas-- entró a la enfermería y comprobó que "estaba todo lo que había pedido". Según él, había solicitado "tres mesas, doce sillas, dos cubos de basura y una buena señalización para la enfermería".
También ha señalado que la enfermería no tenía teléfono ni nevera porque no llevaban ninguna medicación que precisara refrigeración. Aportaron seis maletas con "todo el material" que preveía que iba a necesitar. Dos de estas maletas eran para curas; otras dos de ellas para traumatología, con férulas, vendas de escayola... "todo los elementos a usar en lesiones traumáticas"; otra para el aparato circulatorio y otra para aparato respiratorio. A esto ha indicado Viñals que hay que sumar el material de las ambulancias.
El médico ha indicado que nadie de Diviertt controló ese servicio porque tenían "plena confianza" en él. "Íbamos a un servicio preventivo, no a una catástrofe", ha indicado. La composición de dos médicos, dos auxiliares y dos ambulancias así como el presupuesto planteado, fueron aceptados por Diviertt.
Lo tenía "calculado" en función de los asistentes
Él tenía calculado, por su "amplia experiencia", que a partir de 3.000 asistentes se necesitaba un médico, un auxiliar sanitario y una ambulancia. A partir de 6.000, dos médicos, dos auxiliares y dos ambulancias. Esto aumentaba pero no proporcionalmente" ya que en otros eventos pedían tres ambulancias para un público de 7.000 personas. Ha sido requerido sobre el número de asistentes, y ha dicho que se enteró "telefónicamente" cinco o seis días antes, ya que los documentos los ha visto con posterioridad. Le comunicaron que era gente joven y en torno a los 4.000 asistentes.
"La tipología de los asistentes influye muchísimo" ha indicado. Cuando Viñals se entera de que la cifra se estipula en 7.000 asistentes y que iban a acudir dos ambulancias convencionales, decide cambiar una de ellas por una UVI móvil que porta elementos que no tienen las ambulancias. "Normalmente llevan dos técnicos y médico", ha indicado Viñals, pero que en este evento la enviaron sin médico porque estaban él y su hijo al frente del servicio médico de la macrofiesta.
El hijo de Simón Viñals, Carlos Viñals, también médico y parte del servicio sanitario la noche de la tragedia en el Madrid Arena, ha afirmado este martes que "nunca" había realizado la reanimación cardiopulmonar en personas, pero sí la había practicado en cursos y viendo vídeos, asegurando que de esa forma se puede adquirir la formación.