El
Hospital General de Villalba, integrado en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), ha incluido al primer paciente en edad pediátrica en el
‘Programa de seguimiento de la anticoagulación oral mediante Telecontrol’, una alternativa pionera en la región “que va a permitir que el niño esté mejor anticoagulado y con el valor añadido de mejorar la calidad de vida, tanto del paciente como de la familia”, explica el
Rafael Martos, hematólogo y coordinador de la consulta de
hematología pediátrica del citado centro sanitario.
En junio de 2017 se valoró en la consulta de hematología pediátrica del Servicio de Hematología a un niño de cuatro años diagnosticado de una enfermedad asociada con un riesgo muy alto de desarrollar
trombosis, por lo que debía recibir tratamiento anticoagulante oral a largo plazo, con antagonistas de la
vitamina K (Sintrom). “Se trata del primer paciente en edad pediátrica con este tipo de seguimiento en nuestro hospital y, actualmente, estamos en proceso de que otros niños se beneficien de ello”, explica el médico.
Este tipo de medicación requiere realizar
controles analíticos periódicos para monitorizar su efecto anticoagulante con las consiguientes visitas al hospital o al centro de salud. “Ello implica un cambio en las actividades diarias del niño (asistencia al colegio, asistencia al hospital, desplazamientos…), y el esfuerzo de los padres o tutores, para acompañarle a sus visitas de control de la anticoagulación, así como de cumplir con las recomendaciones que esta medicación tiene”, advierte
María Yuste, hematóloga del centro.
Con la finalidad de facilitar al niño y a la familia unos hábitos de vida lo más normales posibles, se les propuso la inclusión del niño en el “Programa de seguimiento de la anticoagulación oral mediante Telecontrol”. Ello permitía a la familia, tal y como explica Martos, “realizar, en su domicilio el control realizando una punción en el dedo (“punción capilar”), y el análisis posterior de la muestra de sangre en un coagulómetro portátil. En un segundo paso, el resultado de coagulación obtenido, era remitido por la familia a su hematólogo vía web a través del
Portal del Paciente, y el hematólogo enviaba por la misma vía la pauta de tratamiento a seguir, y la fecha de la visita siguiente”.
Requisitos para su inclusión
Para poder acceder al programa, “el paciente necesita tener una primera cita presencial en el Unidad de Anticoagulación del Servicio de Hematología en la que es valorado por el hematólogo, y si cumple los
criterios de inclusión en el programa, se le explica en qué consiste, en este caso a la familia, y se firma el consentimiento informado. Posteriormente, el personal de enfermería de esta sección, realiza la formación al padre o a la madre de
cómo realizar el control analítico mediante punción capilar, y le explican los pasos a seguir en el portal del paciente”, explica
Yuste.
Además, prosigue la especialista, “en esta visita inicial, se acuerda con el paciente/familia las
condiciones de uso del coagulómetro. Cada seis meses, el paciente/familia acude al hospital con el coagulómetro para comprobar en paralelo con la enfermera, que el proceso está funcionando correctamente”.
Por último, Martos recuerda que “la experiencia actual en niños con anticoagulantes orales es limitada y de escaso nivel de evidencia por lo que se requiere un control más frecuente de los parámetros de coagulación y mayor precaución de cara a evitar posibles efectos secundarios, los más frecuentes, hemorragias”.
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