Un grupo multidisciplinar español ha conseguido mejorar el estado de una paciente con una variante de
epidermólisis bullosa (también conocida como enfermedad de la
piel de mariposa), caracterizada, además, por la
distrofia muscular. Gracias a la administración de
gentamicina, un antibiótico del grupo de los aminoglucósidos, la proteína plectina (ausente en esta paciente) ha podido ser detectada en su piel, y su calidad de vida ha mejorado con la
disminución del dolor y la leve mejoría de la debilidad de los músculos esqueléticos y respiratorios observada. Este compuesto ha mostrado capacidad de modular las consecuencias que tiene el defecto genético heredado causante de la enfermedad.
En el estudio han participado investigadores de la Cátedra de Investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer), el
Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) y el Hospital Universitario La Paz.
La epidermólisis bullosa simple con distrofia muscular (EBS-MD) es un trastorno raro causado por
mutaciones en el gen de la plectina. Los pacientes con esta patología, además de presentar fragilidad de la piel, desarrollan una
debilidad progresiva del músculo esquelético y respiratorio que reduce drásticamente su calidad de vida y aumenta la morbilidad y la mortalidad.
Valor de la gentamicina como terapia en la piel de mariposa
Esta enfermedad
es incurable y los pacientes carecen de tratamientos específicos y eficaces. En este artículo, publicado en
JAMA Dermatology, se valora por primera vez el uso de gentamicina como compuesto capaz de suprimir las consecuencias de las mutaciones heredadas en una paciente con EBS-MD. Esta enfermedad está causada por una
mutación sin sentido (una mutación en una secuencia de ADN que provoca la aparición de un codón de terminación prematura con lo que no se produce la proteína o se produce de forma truncada). Este fármaco enmascara este codón y permite que se añada un aminoácido donde antes no era posible, permitiendo que continúe la
traducción de la proteína, con lo que mejora su función.
María José Escámez, investigadora de la Cátedra de Investigación de la UC3M, ha coordinado a un grupo formado por investigadores básicos y clínicos que han hecho posible el tratamiento de esta paciente con una necesidad urgente de mejorar su condición. En el trabajo se reporta, en primer lugar, la eficacia de la gentamicina a la hora de conseguir una
producción significativa de plectina en células de la piel de la paciente. En segundo lugar, que con el tratamiento intravenoso de la paciente con gentamicina se consiguió un aumento de los niveles de plectina en su piel y una leve mejoría de la debilidad de los músculos esqueléticos y respiratorios. “Todo esto, en su conjunto, repercutió positivamente en la calidad de vida de la paciente”, indica
Marcela del Río, directora de la Cátedra de investigación Fundación Jiménez Díaz de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y jefa de grupo del Ciberer.
“Este estudio revela el
valor potencial de la gentamicina como terapia para la EBS-MD, que podría extenderse a otras plectinopatías hereditarias causadas por mutaciones sin sentido”, añade Escámez.
Para la realización de este estudio, ha sido fundamental la labor del Centro de Referencia para Epidermólisis Bullosa liderado por
Raúl de Lucas en el Hospital Universitario La Paz, el apoyo de la asociación de pacientes Debra-España y la colaboración de la paciente y su familia.
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