El Hospital de La Paz ha sido el escenario de un 'bombardeo simulado', un acto de denuncia con el que se busca impulsar la acción de la clase política y concienciar a la ciudadanía sobre una realidad que viven millones de personas en zonas de conflicto como Siria o Yemen.
La iniciativa, desarrollada por
Médicos Sin Fronteras (MSF), ha consistido en la proyección de un vídeo sobre la fachada del centro hospitalario madrileño en el que se recreaba, con todo lujo de detalles, un ataque aéreo.
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Joan Tubau, director general de MSF
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“En los dos últimos años, estos ataques se han vuelto habituales en los
conflictos armados, como si fueran algo inevitable e inherente a estos, pero no es así”, reza el comunicado remitido por MSF.
En ese sentido, el director general de la organización,
Joan Tubau, ha señalado que este tipo de ataques indican cómo se están conduciendo actualmente las guerras, “con una absoluta falta de respeto por las poblaciones civiles atrapadas en zonas de conflicto”.
En 2016, MSF ha contabilizado al menos 50
ataques a hospitales propios o apoyados por la organización, mientras que en 2015 fueron 106 los ataques a 75 hospitales. En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en la primera mitad de este año fueron 113 los ataques a la misión médica.
“La destrucción premeditada de una instalación médica conlleva la pérdida de un servicio esencial para una población ya de por sí muy vulnerable”, resalta Tubau.
“En los últimos meses,
Alepo se ha convertido en el ejemplo aterrador de esa brutal tendencia. Las estructuras de salud en el este de la ciudad han sido atacadas incesantemente con el objetivo perverso de privar a la población de asistencia médica en los momentos más duros de la guerra. No hay un solo hospital que no haya sufrido daños”, añade.
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Integrantes de MSF durante la simulación del bombardeo en el Hospital de La Paz
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En ese sentido, MSF destaca que la comunidad internacional ha fracasado a la hora de asumir la responsabilidad colectiva. Asimismo, la organización apunta que hay falta de
voluntad política entre los Estados miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que luchan en las coaliciones y entre aquellos que consienten sus acciones.
“No podemos permitirnos que se violen las leyes de la guerra con total impunidad. Incluso la guerra tiene reglas que deben respetarse siempre”, concluye Tubau.
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