La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha una campaña de concienciación con el objetivo de
evitar infecciones alimentarias que favorecen las
altas temperaturas. Sanidad hace especial hincapié en la que provoca la bacteria
salmonella, asociada a alimentos preparados con huevo.
Según la información disponible en el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid, en el año 2017 se registraron
57 brotes de salmonelosis, con 400 personas afectadas. De estos, 39 ocurrieron durante los meses de junio a septiembre, lo que supone un
63,2 por ciento de los brotes de ese año, y fueron más frecuentes
en hogares particulares (18 brotes, con 124 personas afectadas) y bares y restaurantes (17 brotes y 138 personas afectadas).
En 2018, se llevan registrados
6 brotes por salmonella, con 24 casos asociados, 4 de ellos ocurridos en domicilios particulares y 2 en establecimientos de restauración.
Consejos para evitar el contagio
Para evitar estos brotes, Sanidad insiste en que hay que
conservar los huevos en la nevera; en el caso de preparar tortillas, proceder a un cocinado completo (cuajando su centro) y consumirlas inmediatamente o bien mantenerlas refrigeradas hasta el momento de su ingesta, desechándola a los dos días. En el caso de establecimientos alimentarios, la normativa obliga al uso de
huevos pasteurizados si no se cocinan completamente los alimentos.
Asimismo, se aconseja mantener correctos hábitos en el
manipulado de alimentos como evitar cascar el huevo en el borde del plato que se va a utilizar para batirlo (la salmonella puede estar presente en la cáscara) y no servir la tortilla en el mismo plato que se ha empleado en su elaboración.
Con respecto a las
salsas y mayonesas, se recomienda elaborarlas con huevo pasteurizado o industrial y, en caso de utilizar huevo crudo, prepararlas poco antes de su consumo, conservarlas en el frigorífico y
no guardar las sobras. Además, la consejería desaconseja suministrar salsas caseras hechas con huevo crudo a personas vulnerables, entre ellas mujeres embarazadas, personas mayores, niños muy pequeños o personas con problemas de inmunidad.
Inspecciones en establecimientos
La Dirección General de Salud Pública realiza cada verano más de
4.000 inspecciones y auditorías con objeto de garantizar la seguridad de los alimentos y prevenir la salmonelosis y otras enfermedades transmitidas por alimentos.
Los inspectores de Salud Pública comprueban las condiciones de manipulación y
exposición de los productos en distintos establecimientos de la región: residencias de la tercera edad, comedores de empresas, bares, restaurantes, albergues, camping, escuelas o piscinas.
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