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Quirónsalud pone en valor la gestión de sus hospitales en la red pública

La Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba han mostrado su evaluación de resultados

De izq. a dch. y de arriba a abajo, Arcos, Córdoba, Rojo, Vázquez, Pascual y Suárez.

06 jun 2022. 13.00H
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Los Hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña participación en las XVI Jornadas de Gestión y Evaluación en Salud. En concreto, cerca de 20 especialistas de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba presentaron sus proyectos más relevantes en gestión, medición y evaluación de resultados en salud y Medicina basada en valor.

Bajo el lema “Personas y tecnología: motores del cambio”, más de 400 profesionales y gestores sanitarios compartieron en estas jornadas sus experiencias en diferentes conferencias, mesas y talleres.

Las propuestas de los centros de Quirónsalud evolucionan de un modelo reactivo a uno proactivo, basándose en la innovación y la digitalización en beneficio de la salud y la experiencia del paciente a través de una gestión responsable de los recursos.

E-Res Salud y revisiones no presenciales en Traumatología Infantil


Javier Arcos, director médico de la Fundación Jiménez Díaz y coordinador de la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) de estos cuatro hospitales, habló del “Programa de Evaluación de Resultados en Salud y Experiencia del Paciente, E-Res Salud”.

Este proyecto, implantado en la citada red asistencial, incorpora una nueva metodología para medir y mejorar estos resultados percibidos por el usuario con cuestionarios específicos apoyados en el Portal del Paciente -aplicación propia de estos centros que constituye la principal herramienta facilitadora de comunicación y relación del usuario con el hospital.

En esta línea, Adriana Pascual, subdirectora médico del Hospital Universitario Infanta Elena, presentó una de las primeras ramas de esta iniciativa: “E-Res Salud Hematología: resultados del uso de PROMs con el cuestionario PRO-CTCAE para el seguimiento individualizado de pacientes con linfoma”, cuyos co-autores son Raúl Córdoba, coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz y especialista de su Servicio de Hematología, y Sergio Ramos, residente de Hematología del centro.

En los dos años y medio de trayectoria de este programa, sus responsables analizaron los resultados obtenidos con los primeros 200 pacientes con linfoma que recibieron quimioterapia intravenosa en el Hospital de Día Oncohematológico y que contestaron al cuestionario PROCTCAE de percepción de síntomas. “En este análisis vimos que los síntomas que recoge el hematólogo en la historia clínica difieren de lo que reportan los pacientes a través de estos cuestionarios”, explicó Pascual, también miembro de la UICO, y añadió: “Esto nos debe hacer pensar que debemos prestar más atención a los resultados en salud que reportan los pacientes para hacer una medicina más individualizada”.

Otro ejemplo de utilización de las nuevas tecnologías al servicio de la calidad de vida de los pacientes es el proyecto de revisión no presencial de las dismetrías y de la escoliosis idiopática del adolescente presentado por Cristobal Suárez, Hugo Garlito y Borja Muñoz -jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Infanta Elena, y especialistas del mismo servicio- bajo el título “Ni yo pierdo colegio ni mis padres faltan al trabajo”, que, además, fue premiado con el Accésit a la mejor comunicación de las jornadas.

Las dismetrías y escoliosis leves suponen cerca del 40 por ciento de las consultas de Traumatología Infantil y, dado que son patologías del crecimiento, suponen que niños y padres deban acudir al hospital muchas veces durante años. “Gracias a la implantación de un modelo no presencial en las revisiones hemos conseguido disminuir de forma drástica estas visitas, aumentando nuestra capacidad de ver pacientes nuevos en la consulta al aprovechar los huecos que quedan libres al no venir al hospital estas revisiones”, afirmó el Suárez.

En esencia: el niño va una vez al centro y, si cumple criterios, se le prescriben radiografías que el médico valorará sin que sea preciso que el paciente acuda de nuevo a la consulta, salvo que en la radiografía se aprecie alguna variación inesperada.

Digitalización de la Anatomía Patológica y papel de la Enfermería en Dermatología


También como ejemplo de innovación, Federico Rojo, jefe del Departamento de Anatomía Patológica de los Hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña, y Virginia de Lucas, supervisora de este servicio en la Fundación Jiménez Díaz, compartieron en la jornada el proyecto de digitalización de la Anatomía Patológica de los citados cuatro hospitales, que desde hace ya cuatro años es líder en el mundo en patología computacional.

Como aseveró Rojo, la transformación digital de los Servicios de Anatomía Patológica “es una realidad” gracias a la disponibilidad de recursos tecnológicos y soluciones adaptables al ámbito asistencial que permiten realizar la actividad diagnóstica de esta especialidad en imágenes digitales. Sin embargo, a juicio del especialista, aún hace falta un “esfuerzo de armonización y estandarización de sistemas para el desarrollo a medio plazo de una evolución de la especialidad y de la actividad de los patólogos, a partir de la incorporación de algoritmos que asistan en la interpretación de imágenes y del propio diagnóstico”.

La Enfermería también tuvo una representación importante en las jornadas. Así lo demostraron Virginia Yuste Porro, Beatriz Botrán Franco, Beatriz Sopeña Vega Nerea Rodríguez Santibáñez, Silvia García Gutiérrez, Katalin Iturregui Palacios, -coordinadora de Continuidad Asistencial; supervisora de Bloque Obstétrico, Consultas Externas y Hospital de Día; supervisora Paritorio y Hospital de Día; y enfermeras de Dermatología las tres últimas del Infanta Elena-, con su comunicación oral “La Enfermería en la piel del paciente: Transformando el proceso dermatológico”.

Ante la escasez de facultativos de esta especialidad, el hospital incorporó una nueva intervención de práctica avanzada: el triaje dermatológico enfermero, una función que realiza personal de Enfermería de este servicio en la que, a través de una consulta no presencial, filtra y dirige a los pacientes de la lista de espera de primeras consultas de Dermatología a través de diversos circuitos según sus necesidades. Posteriormente les hace una anamnesis estructurada, además de toma de imágenes y dermatoscopia; una valoración que resuelve el dermatólogo a través de un servicio no presencial, explicó Yuste.

Programa virtual en obesidad y HOPE, “HOspital de Día Personalizado”


También en el apartado de comunicaciones orales destacó la titulada “Transformación digital para el abordaje integral del paciente con obesidad: Un modelo asistencial ACTIV”, defendida por Clotilde Vázquez y Teresa Montoya, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña, y jefa de este servicio en el Infanta Elena, respectivamente.

El programa virtual, que se puso en marcha en el Infanta Elena en 2021 y se ha exportado ya a los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos y General de Villalba, potencia la fase diagnostica y persigue un tratamiento efectivo gracias a su visión educacional, de acompañamiento y empoderamiento del paciente en la toma de decisiones. “Supone un cambio hacia un modelo asistencial participativo que permite al paciente el control autónomo de su enfermedad” utilizando la atención virtual, indicó Montoya.

Finalmente, la estratégica sesión “Presentación iniciativa THINK ACT VBHC: atención basada en el valor”, incluyó entre los proyectos asistenciales que mejor ejemplifican el cambio en el modelo sanitario “HOPE, HOspital de Día PErsonalizado”, liderado por Cristina Caramés, especialista del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, dirigido a mejorar la calidad de la atención al paciente oncológico reduciendo el tiempo en esperas para poder recibir tratamiento en el Hospital de Día Oncológico a través de la implementación de mejoras en el proceso, el trabajo interdisciplinar y el aprovechamiento de las ventajas que aporta la innovación tecnológica.

El resultado es una mejoría en los indicadores de eficacia clínica, con una reducción del 38 por ciento de los ingresos hospitalarios por efectos adversos; los indicadores de experiencia, con un profesional y paciente más satisfecho; y los indicadores de eficiencia, con una disminución del tiempo de proceso para poder recibir un tratamiento del 97 por ciento.

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