Nacer en Madrid da tres años más de vida que hacerlo en Andalucía. La encuesta sobre el Movimiento Natural de la Población, que anualmente publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece algunos datos reveladores. Entre ellos, que la esperanza de vida al nacimiento aumentó en 2016 en medio año y se situó en 83,2 años, el dato más alto de toda la serie histórica.
Sin embargo esta esperanza de vida no es la misma para todas las regiones. Alcanzó los valores más altos en Comunidad de Madrid, (84,7 años) y en Castilla y León, Comunidad Foral de Navarra y La Rioja (83,9 en las tres). Los valores más bajos se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (80,6 años) y Ceuta (80,9) y en Andalucía (81,9) y Canarias (82,3).
Por sexo, en los hombres alcanzó los 80,4 años (0,5 más que en 2015) y en las mujeres se situó en 85,9 años (0,5 más). De acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzara los 65 años en 2016 esperaría vivir de media, 19,2 años más si es hombre y 23,1 más si es mujer.
Saldo vegetativo negativo
Además de la esperanza de vida, la encuesta constata otras tendencias demográficas españolas, como el estancamiento de la población (con un crecimiento vegetativo negativo de unas 230 personas) y el envejecimiento y la despoblación de las regiones del noreste peninsular en favor de Madrid y del área mediterránea. La natalidad cae a sus índices más bajos desde 2001, con solo 1,33 hijos por mujer de media.
El saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo en 10 comunidades autónomas y positivo en las otras siete, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Las comunidades con menores saldos vegetativos fueron Galicia (–12.683), Castilla y León (–11.698) y Principado de Asturias (–6.851). Por su parte, las que registraron los mayores saldos vegetativos fueron Comunidad de Madrid (17.785), Andalucía (9.820) y Cataluña (5.148).
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