La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha confirmado
dos casos del virus de fiebre hemorrágica Crimea-Congo, tras recibir, por parte del Centro Nacional de Microbiología, los resultados de las analíticas de los dos pacientes en estudio.
Según ha desgranado el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, en rueda de prensa, los casos detectados en Madrid serían
los primeros de Europa Occidental con carácter autóctono, no importado de otro ámbito geográfico. El primero de los pacientes, un varón de 62 años,
falleció el pasado 25 de agosto en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, tras haber sido atendido inicialmente en el Hospital Infanta Leonor.
La segunda paciente, una enfermera de la UCI del Hospital Infanta Leonor que atendió al primero, fue trasladada anoche en una UVI móvil del SUMMA 112 a la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III el 28 de agosto, con todas las medidas de aislamiento protocolizadas para estos casos. Está recibiendo el tratamiento previsto para este tipo de patologías.
La paciente, que
evoluciona "estable", ligeramente a mejor a lo largo de la noche, presenta un cuadro típico de este tipo de enfermedades: fiebre inespecífica, dolores y pequeñas manchas de sangre en las extremidades y el tronco. Además, sufre una
"leve dificultad respiratoria". Tanto ella como sus familiares han sido informados de las características de su proceso.
Todo apunta a que el origen de la enfermedad en el primer caso está en la
picadura de garrapata que refirió el propio paciente tras un paseo por el campo en una localidad de Castilla y León, y que la enfermera pudo contagiarse al estar en contacto con sus fluidos mientras lo atendía en la UCI del Infanta Leonor. "Esta enfermedad es un hito y hay que investigar con calma lo sucedido y lo que ha sucedido", ha indicado la Consejería.
Las medidas de seguridad establecidas para la atención que se prestaba a este paciente eran las estándar, dado que clínicamente no había sospecha de una enfermedad de estas características. Las garrapatas pueden transmitir y ocasionar diferentes patologías víricas y bacterianas.
En este momento,
se está determinando el nivel de riesgo de 190 personas que han tenido contacto "muy estrecho" con los pacientes,
más de 100 son personal sanitario. Todos ellos recibirán un
seguimiento vigilado durante los 21 días siguientes desde el día en el que tuvieron contacto. En los casos con mayor exposición a fluidos de los pacientes se ha determinado inicialmente el aislamiento domiciliario.
La Consejería de Sanidad ha puesto en marcha un Gabinete de Seguimiento y un Comité Técnico de Expertos, integrado por profesionales de la propia Consejería, del Ministerio de Sanidad y expertos universitarios.
"Me gustaría transmitir un mensaje de tranquilidad, no hay motivo de alarma en absoluto. Está todo controlado", ha señalado Sánchez Martos. Además, ha aseverado que se informará diariamente de la evolución de la paciente y de las 190 personas que han tenido contacto.
¿Qué es el virus Crimea-Congo?
La fiebre hemorrágica Crimea-Congo es una enfermedad muy extendida a nivel mundial causada por un virus de tipo Nairovirus, transmitido por garrapatas. Su mortalidad puede llegar a oscilar entre el 10 y el 40 por ciento, aunque
una gran proporción de casos cursa sin síntomas.
La transmisión entre humanos es mucho menos frecuente, y en los países donde es endémico se registra fundamentalmente en ámbitos hospitalarios. El contagio fuera de hospitales o residencias es anecdótico, según la experiencia registrada en los países en los que es endémico.
Sin riesgos para la salud pública
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha asegurado que la paciente que permanece ingresada en el Hospital Carlos IIII tras haber sufrido una fiebre hemorrágica por el virus Crimea Congo no supone ningún problema de contagio para los profesionales sanitarios que la atienden, mientras que el riesgo de que se detecten más casos en España por picadura de garrapata también es mínimo.
"Debemos tener la cabeza fría y no empezar a generar películas. Las garrapatas son bichos desagradables que pueden generar mucha imaginación pero los riesgos a los que nos enfrentamos son mínimos y, aunque puede suceder que aparezca algún otro caso, los mecanismos para identificarlo, tratarlo y notificarlo están implementados y es difícil que suponga un problema para la salud pública", ha espetado.
En este sentido, precisa que “el riesgo es para aquellos que estén en contacto directo con fluidos o sangre del paciente en estados muy avanzados de la enfermedad, no se puede transmitir en estadios más leves, esto hace que el único grupo de riesgo ahora mismo son los profesionales sanitarios que están en contacto con la paciente, pero todos están usando equipos de protección personal, por lo que el riesgo es bajo".
El riesgo de nuevas picaduras de garrapata infectadas por el virus es también poco probable, según este experto, ya que en España no se habían detectado garrapatas infectadas hasta el año 2011 en Extremadura, que probablemente llegaron a través de aves migratorias procedentes de África, donde es endémica. “Las garrapatas no están en cualquier sitio rural, están en zonas muy rurales con animales, aves o ganado. No están en un pueblo", ha insistido.
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