La presidenta de la Comunidad de Madrid,
Isabel Díaz Ayuso, ha puesto cifras al impacto que supondría
la desaparición del modelo Muface para la sanidad autonómica. Si finalmente el Gobierno de España no llega a un acuerdo con las aseguradoras a través de la segunda licitación del contrato, el Sermas se vería obligado a absorber a
236.000 pacientes que hasta ahora recibían asistencia sanitaria a través de la mutualidad. “
Se van a desbordar las listas, va a empeorar la calidad de la sanidad. No hay derecho”, ha lamentado la líder popular durante su intervención en el pleno de la Asamblea.
Ayuso ha aprovechado su turno de palabra en la sesión de control de la cámara autonómica para advertir sobre las consecuencias de
la muerte del sistema de las mutualidades que da cobertura actualmente a cerca de 1,5 millones de funcionarios en todo el conjunto del Estado. Además del impacto en materia de asistencia sanitaria, la presidenta madrileña ha cifrado la
destrucción de empleo en el sector sanitario en una horquilla de entre 35.000 y 39.000 familias.
Ante esta situación, la líder del Ejecutivo ha hecho un llamamiento al Gobierno central para que ponga solución a la
negociación abierta con las aseguradoras de salud. “Lo único que se les pide es que entre ministerios se pongan de acuerdo. Que el de Sanidad hable con el de
Función Pública y arreglen ese desaguisado” ha expuesto ante las preguntas formuladas por su propio grupo parlamentario.
El futuro de Muface se encuentra actualmente en un impasse. Después de que
Adeslas, Asisa y DKV renunciasen a presentarse a la primera licitación porque no cumplía con sus expectativas económicas, el Ministerio de Función Pública ha anunciado que rehará el proceso de contratación pública con el objetivo de ofrecer unas condiciones más atractivas para las compañías. Mientras los sindicatos han iniciado ya
las primeras manifestaciones para presionar a la administración en esta nueva fase de negociación.
“Aquí, como en el resto de España, faltan médicos y
el sistema sanitario público y el privado no pueden más porque no pueden afrontar el crecimiento de población y su envejecimiento. Por eso, hay que prepararnos para el futuro”, ha zanjado Ayuso.
Primas a los seguros privados
El otro gran asunto sanitario que ha abordado la presidenta madrileña es la decisión del Gobierno de coalición de
eliminar la exención de las primas para los seguros privados. PSOE y Sumar han alcanzado un acuerdo interno para poner fin a esta condición porque consideran qu beneficia fundamentalmente a las familias de renta alta. Un diagnóstico con el que no coincide Ayuso. “En Madrid hay 2,7 millones de ciudadanos que son ricos de mierda a los que hay que atacar
¿O es gente que paga sus seguros y les cuesta tanto que los van a mandar al sistema público?”, ha apuntado.
La líder de los populares ha advertido que esta medida puede provocar que una familia de “clase media” que cuenta con un seguro privado deba pagar ahora una media de hasta
4.100 euros para cubrir a todos sus miembros. “Quieren reventar lo que funciona”, han cuestionado.
El plan de invierno del Sermas
Más allá de la valoración sobre Muface y las primas de los seguros privados, la sesión de control del Gobierno también ha permitido poner sobre la mesa las novedades sobre el
Plan de Invierno que ha activado el Servicio Madrileño de Salud para hacer frente a las enfermedades respiratorias. La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha tomado la palabra para explicar un proyecto que ha tildado de
“pionero”.
La Comunidad de Madrid contratará a 1.832 profesionales sanitarios para hacer frente al pico asistencial en esta época del año mientras que aumentará en
1.100 las camas disponibles, lo que supone un 2,3 por ciento más que el año anterior. Paralelamente se potenciarán las labores de hospitalización a domicilio y en las residencias para “tratar a los más frágiles donde mejor están”.
La iniciativa ha permitido ya dispensar más de
890.000 dosis de vacunas contra la gripe, así como más de medio millón del
Covid-19. En cuanto a la inmunización infantil, la región ha continuado con su plan de vacunación intranasal con niños de entre seis meses y cinco años de edad. Ya se han administrado 50.000 dosis del VRS en bebés. “
El año pasado permitió reducir en un 50 por ciento los ingresos hospitalarios y en un 65 por ciento las consultas de Atención primaria”, ha agregado Matute.
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