Ante el proyecto de Gestión de la demanda propuesto por la Gerencia Asistencial de Atención Primaria, la Sociedad Madrileña de Enfermería Familiar y Comunitaria (Semap) y el Colegio de Enfermería de Madrid (Codem) han firmado un manifiesto conjunto en el que expresan su apoyo a “cualquier iniciativa que aumente la capacidad resolutiva de las enfermeras, que garantice el desarrollo de sus competencias y que las dote de las herramientas necesarias para ejercerlas con seguridad”.
Del mismo modo, también expresan su apoyo a que se "identifiquen y reorienten todos los motivos de consulta que puedan ser atendidos de forma autónoma por las enfermeras, de forma muy especial los que les son propios, como son los problemas de respuesta humana", al igual que la atención a procesos agudos de demanda en las consultas de enfermería, si
son con carácter finalista.
También coinciden en dar su visto bueno a que las enfermeras pueden prescribir los fármacos y los productos sanitarios para el cuidado de lospacientes y todas las iniciativas que aumenten la visibilidad y el reconocimiento de las enfermeras ante la población, y que las enfermeras realicen y firmen los informes para la Ley de la Dependencia.
No solo eso, sino que ambos organismos abrazan “cualquier iniciativa que suponga poner a la enfermera familiar y comunitaria al frente de los procesos de prevención y promoción de la salud y de atención a las personas con enfermedades crónicas y en situación de vulnerabilidad”.
¿Qué cosas no apoyan la Semap y el Codem?
Por contra, ambas organizaciones han aprovechado su rechazo a la atención a procesos agudos de demanda en las consultas enfermeras si lo que se propone invade el campo competencial de la medicina y supone la realización de un diagnóstico médico. Al igual que las enfermeras atiendan problemas agudos de salud que requieran fármacos que la normativa actual no nos permite prescribir.
Tampoco están a favor de la prescripción no firmante, como de ningún tipo de organización de la asistencia que suponga que las enfermeras atiendan en primera instancia a todos los pacientes sin cita sin discriminar el motivo de la demanda.
Del mismo modo, no están de acuerdo con la creación de una “agenda enfermera de atención no demorable” pues no responde a un problema real de las enfermeras y con que las enfermeras realicen ningún tipo de filtro previo a la atención de otros profesionales.
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