El Servicio Madrileño de Salud (
Sermas) ha conseguido
reducir un 50 por ciento la mortalidad por causas cardiovasculares en toda la comunidad en las últimas
dos décadas, tal y como refleja el ‘Informe del Estado de Salud de la Población de la Comunidad de Madrid 2023’. El documento ha sido presentado este miércoles por la consejera de Sanidad de la región,
Fátima Matute, y la directora general de Salud Pública del departamento,
Elena Andradas. “En la Comunidad de Madrid tenemos unos muy buenos datos comparados, a nivel regional, con el resto de España. Podemos decir que hoy los madrileños tenemos una mejor
calidad de vida, y destacaría la reducción del 50 por ciento que hemos tenido en
mortalidad por enfermedades cardiovasculares”, ha señalado la consejera.
Ese descenso, ha proseguido, tiene una relación resaltable con los diferentes
cánceres que generan dichas patologías, para lo que ha manifestado la importancia de llevar adelante
“políticas de prevención y detección precoz mediante cribados”. Concretamente, el estudio presentado ha recopilado hasta
un millar de indicadores que, según ha explicado Matute, su Consejería ha identificado una mejora generalizada de los mismos en los últimos años. La Consejería de Sanidad también ha tenido en cuenta en ese análisis la
prevalencia del sobrepeso y de la obesidad en toda la comunidad autónoma, así como la
incidencia del tabaco, el
alcohol, el consumo de sustancias como el
cannabis, las enfermedades de transmisión sexual (
ETS), los
factores ambientales o la prevalencia de otro tipo de
tumores como el de mama o cérvix. “Hay una mejoría en la mayoría de indicadores. Somos la región que mayor vida media tenemos en toda Europa. Qué mejor indicador de salud que ese”, ha reivindicado la consejera.
No obstante, la región central sigue topándose con los tumores a la hora de analizar las
principales causas de muerte de su población, tal y como ha señalado Andradas: “En la
Comunidad de Madrid la principal causa de mortalidad son los tumores, seguido por las
enfermedades cardiovasculares. Entre las mujeres, el
cáncer de pulmón ya ha superado al
cáncer de mama”. Pero si bien el Sermas ha logrado reducir la
prevalencia de las patologías cardiovasculares entre las causas de fallecimiento en toda la Comunidad de Madrid, se trata de unas afecciones mayoritarias también entre las razones por las cuales la ciudadanía acude a la
sanidad madrileña.
En ese sentido, la directora general de Salud Pública de la región ha indicado que mayoritariamente los
problemas cardiovasculares son la primera causa de consulta en
Atención Primaria en el grupo de los mayores, de entre 74 y 85 años de edad. Se trata, según Andradas, de la misma causa por la cual ingresa la mayoría de las personas de ese grupo etario. También ha recalcado que, de manera general, quienes más consultan en el
primer nivel asistencial del Sermas son mujeres, y que lo hacen, principalmente, por problemas generales como
dolores inespecíficos, cansancio o dolores en general. “En segundo lugar tenemos las afecciones del
aparato locomotor, como los
dolores cervicales o de espalda”, ha añadido.
Respecto a la evolución de los últimos 20 años, Andradas ha comentado que los hombres en el año 2003 ingresaban en los hospitales por
problemas digestivos y tumores mayoritariamente, mientras que en el 2022 han ingresado por
problemas de sistema nervioso, “fundamentalmente por cirugías de catataras, problemas de retina, dolor crónico y problemas de sueño”, seguidos, en segundo lugar, por las
causas digestivas. En comparación con el 2003, esas razones del aparato digestivo han desplazado a los tumores a un tercer escalón. “Lo mismo ha ocurrido con las mujeres, pues en 2003 ingresaban por causas maternas como
partos o cesáreas, mientras que ahora ingresan más por cirugías de cataratas, problemas de retina y también los vinculados a los trastornos del sueño”, ha apuntado la directora general de Salud Pública.
Esperanza de vida de 84 años en Madrid
Durante la presentación de los indicadores, tanto Matute como Andradas han puesto en valor los datos que han presentado, manifestando que “la Comunidad de Madrid es la región de la Unión Europea (
UE) con mayor
esperanza de vida”. Según han remarcado ambas políticas, el indicador está en los
84,6 años. “Qué mayor indicador que ese, que haya aumentado la vida media en Madrid, la mayor de Europa”, ha reivindicado Matute, argumentando que en parte es “porque la
calidad de vida en la región es buena”.
Y es que Andradas, en su exposición, ha puesto en valor el logro de la sanidad madrileña en los índices del
hábito tabáquico: “El
tabaquismo está en una tendencia claramente descendente, aunque sigue siendo un
problema claro de salud pública. Entre los jóvenes de 15-16 años ha habido un
descenso en la prevalencia del consumo diario de un 20 por ciento en 2001 al 5,2 por ciento en 2022. En chicas, esa bajada ha sido del 27 al 8,2 por ciento. Ha ocurrido lo mismo en adultos, pues la prevalencia del consumo del tabaco ocasional y diario, prácticamente, ha descendido un 50 por ciento”.
Suben la obesidad y las ETS
Sin embargo, entre los indicadores que han empeorado se encuentran la
obesidad y las
enfermedades de transmisión sexual. Y es que, en las últimas dos décadas, los índices de sobrepeso y obesidad han aumentado “ligeramente”, del 17 al 21 por ciento en hombres jóvenes y del 7 al 16 por ciento en mujeres jóvenes. “En paralelo, la proporción de
inactividad física en los jóvenes ha ido creciendo, también en adultos”, ha apostillado Andradas.
En cuanto a las
ETS, la responsable de Salud Pública de la Comunidad de Madrid ha subrayado que de las 63 enfermedades que monitoriza la Consejería en el día a día, “destaca” la
tendencia creciente de las infecciones de transmisión sexual, “prácticamente en todas”. La única que se ‘salva’ es el
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), pues presenta “una tendencia descendente en los últimos años”.
Otra de las cuestiones que ha empeorado a lo largo de todos estos años ha sido el
factor ambiental, pues en 2001 la región madrileña contabilizada unos 10 días aproximadamente con días que
superaban los 36,5 grados centígrados, “el umbral a partir del cual el calor puede tener un
impacto en la salud”. En 2022, esos días han doblado, siendo unos
20 al año. “Vamos a intentar seguir mejorando los indicadores. Han mejorado casi todos, y eso es gracias a los profesionales sanitarios que tenemos”, ha concluido Matute.
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