Un equipo de profesionales de
Neurocirugía, Radiología Intervencionista y Anestesiología de la Fundación Jiménez Díaz ha realizado con éxito un innovadora intervención combinada de
craneotomía en el quirófano híbrido, con angiografía terapéutica, embolización y cirugía en el mismo procedimiento y sala quirúrgica, para operar una
malformación vascular cerebral en un paciente que fue dado de alta seis días después de la operación sin rastro de esta y con pronóstico positivo.
Concretamente, se trataba de un varón con una malformación
arteriovenosa en la región parasagital del cerebro (lesión que produce con frecuencia hemorragias cerebrales), previamente operado, y al que
había que volver a intervenir ante la reproducción de esta.
“Realizar esta intervención en un quirófano híbrido ofrece
importantes y claras ventajas de cara al resultado”, afirma
Julio Albisua, jefe del Servicio de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz. Y es que, ante la complejidad de la malformación, que tenía componentes agravantes como una fístula dural y un nido de malformación arteriovenosa que requerían tratamiento por Neurocirugía y Radiología Intervencionista a la vez, la
cirugía combinada y el equipo utilizado para ello ha
facilitado la visualización y localización de la misma, su resección completa y la curación y buen pronóstico del paciente.
“Intervenirle conjuntamente en el quirófano hibrido nos ha permitido unir un equipo angiográfico de primer nivel para Neurorradiología Intervencionista en el que es posible cualquier
tratamiento endovascular con un quirófano de Neurocirugía completamente equipado con microscopio, navegador, asegurando la asepsia de la sala y con el paciente colocado en la misma posición, sin necesidad de cambiarlo de sitio o moverlo”, explica el
especialista.
Malformación compleja y cirugía combinada
Así, el procedimiento, en el que también participaron
Claudio Rodríguez y Anna Lo Presti y el anestesista Fernando López, ha comenzado con la realización por parte de los neurorradiólogos de un estudio angiográfico que permitió
observar una fístula dural dependiente de ramas de la oftálmica que comprometía la visualización del resto del problema, por lo que se embolizó endovascularmente.
“La repetición posterior de la angiografía posibilitó ver ya el
nido de la malformación arteriovenosa e iniciar la operación",
continúa el jefe del Servicio de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz, "en la que realizamos una craneotomía,
accedimos a la localización que marcaba el estudio angiográfico, guiados por el navegador que tenía la imagen del estudio reciente, y la angiografía reciente, y pudimos extirpar la malformación”.
Entre las ventajas del quirófano híbrido en este caso destaca la posibilidad que ofreció al equipo de Neurorradiología Intervencionista de realizar en la misma sala quirúrgica un nuevo control angiográfico en esta fase de la operación, lo que permitió confirmar la
desaparición de la malformación, pero también la persistencia de otra fístula dural en la parte anterior que podría haber comprometido el resultado de la intervención, con
riesgo asociado de hemorragia cerebral, y la curación y pronóstico del paciente.
Tal y como recuerda Albisua, “debido a su localización, este resto de fístula era difícil de abordar endovascularmente, por lo que en equipo de Neurocirugía lo intervino quirúrgicamente y lo coaguló, procediendo a la
finalización de la craneotomía tras la realización de una última angiografía que permitió confirmar la resecación total de la malformación”.
Una vez finalizada la intervención, el paciente fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, en la que ha permanecido
bajo vigilancia intensiva y sin complicaciones las primeras
48 horas, antes de pasar a Hospitalización de Neurocirugía. Allí evolucionó satisfactoriamente, lo que permitió darle el alta tras seis días de ingreso, con un pronóstico favorable y exento de
focalidades neurológicas sobreañadidas.
Tecnología de última generación
La sala quirúrgica en la que se ha realizado esta intervención es uno de los dos quirófanos híbridos que forman parte del nuevo bloque quirúrgico de la Fundación Jiménez Díaz, inaugurado hace un año y que, fiel a su compromiso de poner la tecnología de última generación al servicio de la salud de sus pacientes, integra también una resonancia magnética de alto campo intraoperatoria, cuatro quirófanos polivalentes y un último
dotado del sistema Xi Da Vinci, la más evolucionada plataforma disponible para realizar c
irugía robótica mínimamente invasiva.
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