El cada vez mayor uso de la
artroplastia en miembros superiores para reconstruir las articulaciones dañadas o reemplazarlas mediante una
prótesis ortopédica hace necesario el correspondiente incremento de la formación en este ámbito para su correcta indicación y aplicación. Por ello,
la Fundación Jiménez Díaz organizó el Curso Upper Limb Course. Artroplastia de hombro, codo, muñeca y mano, en el que profesores altamente cualificados nacionales e internacionales formaron a numerosos especialistas en
Cirugía Ortopédica y Traumatología en estas
técnicas quirúrgicas avanzadas.
“El objetivo de esta formación, la única con prácticas con cadáver de miembro superior en España, es divulgar y establecer una
adecuada enseñanza e instrucción en esta disciplina quirúrgica, que cada vez tiene más presencia en nuestro campo”, asegura
Javier Cervera, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital madrileño y uno de los directores del curso.
Y es que, a diferencia de lo que ocurre en la artroplastia en miembros inferiores, ámbito en la que están proliferando numerosos cursos, actualmente
no existe formación a nivel nacional relacionada con estas regiones anatómicas superiores, siendo a nivel internacional
escasa y adoleciendo de un marco de enseñanza adecuado.
Un tipo de intervención en aumento
En los últimos años, las intervenciones en extremidades superiores mediante artroplastia se han ido perfeccionando y, aunque aún no suponen un porcentaje muy elevado, han seguido una
clara dinámica ascendente. Esto se debe a múltiples factores como el incremento de la edad poblacional o la mejora de las técnicas y
los implantes, que permiten adecuarse mejor a los problemas de los pacientes.
“Las
prótesis a nivel técnico y de materiales han experimentado grandes cambios y, en la actualidad, aunque falta todavía mucho por desarrollar, se han convertido en opciones adecuadas en el tratamiento de la
patología degenerativa o postraumática, obteniendo resultados favorables en el
alivio del dolor”, comenta Cervera.
El codo, una articulación clave
Las personas que sufren problemas de codo
tienen dificultades que afectan notablemente a su vida diaria, ya que no pueden estabilizar, orientar y situar la mano lejos o cerca de su cuerpo. Se trata de funciones que no pueden compensarse con ninguna otra articulación y, cuando
no existen o están limitadas, condicionan una gran incapacidad a la persona afectada. Por este motivo, las prótesis de codo suponen una segunda oportunidad para aquellos pacientes con enfermedades como
fracturas muy graves, artritis o artrosis en las que el codo acaba destruyéndose, pierde la movilidad y aparece
dolor persistente y resistente a la medicación.
En palabras
Antonio Foruria,
jefe asociado de la Unidad de Cirugía Reconstructiva de Miembro Superior de la Fundación Jiménez Díaz y
codirector del curso, “la prótesis total de codo es un implante que sirve para la sustitución total de la articulación en situaciones en que no hay ninguna alternativa adicional, dado el mal estado de la misma”. De esta manera, apunta, “permite disminuir el dolor y mejorar
la movilidad de la articulación de una manera significativa, proporcionando una función adecuada para la mayoría de las actividades normales de la vida cotidiana”.
Sin embargo, la necesidad de recurrir a una prótesis de codo es infrecuente, por lo que pocos cirujanos tienen experiencia de forma habitual con este implante. Por ello,
el especialista insiste en la formación ad hoc. “Su colocación requiere de conocimientos específicos de anatomía y del dominio de la técnica quirúrgica”, concluye el co-esponsable del curso, en cuya dirección también participó
Emilio Calvo, jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Fundación Jiménez Díaz.
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