La Fundación AMA premia el proyecto de musicoterapia infantil de Menudos Corazones

Puesto en marcha en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Gregorio Marañón

Miércoles, 25 de noviembre de 2015, a las 15:28
Redacción. Madrid
La Fundación AMA ayudará a sufragar el proyecto de musicoterapia infantil que la Fundación Menudos Corazones ha puesto en marcha en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del hospital madrileño Gregorio Marañón.
 

Foto de familia de los premiados.

La ayuda forma parte de la convocatoria Premios Solidarios del Seguro 2015, organizados por la editorial especializada Inese y que se entregaron anoche en el madrileño Círculo de Bellas Artes, en un acto presidido por la Reina emérita Doña Sofía. Ha entregado el galardón Luis Núñez, secretario de la Fundación AMA, y lo han recogido la presidenta de la Fundación Menudos Corazones, María Escudero y Luisa Martín, integrante de su patronato de honor.
 
El proyecto premiado permitirá celebrar una sesión semanal de musicoterapia en el Gregorio Marañón para niños con cardiopatías y sus familiares. Los profesionales de la UCI pediátrica del Hospital evalúan qué niños hospitalizados allí, o transferidos a planta, se encuentran en mejor situación clínica y emocional para participar en cada sesión. A partir de ahí, un experto en musicoterapia realizará las sesiones, dirigidas a coordinar el cuerpo y la voz del niño enfermo y la voz de sus familiares junto con instrumentos musicales y música grabada.
 
Las sesiones de musicoterapia ayudan a reducir estados de angustia de niños ingresados solos y de familiares en estado de ansiedad, y también suelen permitir que intervenciones y curas se realicen de forma más fácil y confortable para los pacientes.
 
En general, facilitan la mejoría del ritmo cardiaco, amplitud respiratoria y reflejo psicogalvánico de los pacientes. La música suele ayudar a manifestar miedos, tensiones, problemas e inquietudes y a liberar la ansiedad. Estimula los receptores sensoriales táctiles y auditivos, y a la vez favorece la adaptación hospitalaria, la receptividad ante los tratamientos médicos y la aceptación ante el nuevo estado personal y familiar.