Una
nueva hazaña médica ha salvado la vida de un paciente en el
Hospital Gregorio Marañón de
Madrid. En un tiempo récord, los médicos
imprimieron en 3D e implantaron una prótesis de aorta a un hombre que, de otro modo, hubiera
muerto en cuestión de horas.
Los hechos, que ocurrieron el pasado 3 de abril, se han conocido esta semana.
José Julio llegó ese día al hospital con una rotura de aorta. No murió de forma inmediata porque tuvo la suerte de que
sus propios tejidos contenían la hemorragia.
Sin embargo, no iban a poder contener el flujo mucho tiempo más. El procedimiento usual era
pedir una prótesis personalizada a una
empresa farmacéutica, algo que hubiera tardado al menos un mes. Así que los médicos probaron algo que
solo se había hecho una vez en Estados Unidos, y era imprimir la prótesis en el mismo hospital para
suplantar el tramo de aorta dañado.
Para ello el Marañón usó su avanzado
laboratorio para este tipo de tecnología, que lleva operando
desde hace seis años. A partir de los datos del escáner hecho al paciente, el laboratorio fabricó
en solo 10 horas una prótesis que encajaba a la perfección con la anatomía del paciente. Una vez hecha, los médicos procedieron a implantarla,
salvando su vida.
Aunque el centro ya había fabricado otras prótesis antes, ésta fue la primera vez que hacían una en tiempo récord y la implantaban dentro de un paciente. "Se la introdujimos en un tiempo récord,
antes de que se produjera un sangrado fatal, que era lo que temíamos que sucediera en cualquier momento", han declarado los médicos al diario
El Mundo.
Así ha sido el trabajo de los médicos de este hospital madrileño.
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