El
Hospital La Paz, con la colaboración de la
Fundación Olloqui por la Infancia, ha
salvado la vida a una chica panameña de 14 años que fue
desahuciada por los
médicos del país caribeño debido a un
tumor raro, llamado
desmoide paravertebral izquierdo, de unos
30 centímetros de diámetro, que salía por su espalda y afectaba gravemente a muchos de sus órganos vitales.
La niña,
Andrea Nicolle Quijada, se había
rendido tras varios meses de agonía en los que el tumor "
parecía haberle ganado la batalla", ya que en Panamá
no le daban soluciones a su caso y, además, tampoco se le otorgaron alternativas en
Estados Unidos o
Colombia. Todo cambió cuando el periodista
Luis Casis, reconocido en Panamá por su
ayuda a los desfavorecidos, se fijó en su caso y se lo comentó a su colega española Alba R. Santos, de viaje en Panamá en su función como
directora de la Fundación Olloqui por la Infancia.
Santos cuenta que la situación en la que encontró a Andrea fue
"de auténtico abandono" por parte de los servicios médicos panameños. La niña fue
médicamente desahuciada y estaba en su casa "
esperando a morir". "El tumor se deterioraba y su
olor era difícil de soportar", añade la directora de la Fundación.
En ese momento, la máquina de la solidaridad se puso en marcha. Los medios de comunicación de Panamá
lograron recaudar más de 60 mil dólares en 48 horas gracias a Casis y, a través de la Fundación, el Hospital La Paz y varias unidades médicas se comprometieron a ayudar a la niña tras la petición del cirujano plástico
Juan Carlos López Gutierrez,
jefe de sección de Cirugía Plástica Infantil en el centro madrileño.
Milagro en el hospital madrileño
Andrea llegó a España el 5 de abril gracias a la intermediación de la Fundación Olloqui. Apenas seis días más tarde fue intervenida en La Paz para extirparle una parte del tumor, en una cirugía que
se extendió durante unas ocho horas. El 7 de mayo
se le retiró la parte ventral del tumor y dos semanas después se sometió a una
tercera operación para extirparle una recidiva de la enfermedad que afectaba a la zona paravertebral.
Desde entonces, Andrea se recupera de su enfermedad en uno de los pisos de acogida que la Fundación Olloqui por la Infancia ofrece a niños con
enfermedades raras. El pasado jueves recibió el
alta hospitalaria y tiene previsto
regresar a Panamá hasta que necesite acudir a una revisión de nuevo en el hospital madrileño, probablemente en un plazo de
seis meses.
"Una vez más,
la sanidad española demuestra su excepcional profesionalidad y compromiso asumiendo un caso clínico nunca antes visto en España. La pequeña Andrea, que sueña con ser doctora y artista,
regresa a Panamá dejando atrás una pesadilla gracias a la labor desinteresada de la Fundación Olloqui por la Infancia, al Hospital La Paz, el esfuerzo de la sociedad panameña. Un ejemplo de entrega y
amor por ayudar", señala la Fundación.
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