Julián Ezquerra abandona la Secretaría General de la
Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) por jubilación después de once años al frente de la organización. "
Es una salida lógica, normal. Llegada la edad de jubilación, no tenía ningún sentido continuar como secretario general de un sindicato que está constituido por una afiliación masiva de profesionales en activo", explica.
Después de tantas experiencias, negociaciones, momentos de tensión y alegrías, Ezquerra da un paso al lado para que
el próximo día 16 de febrero la Asamblea de Amyts elija a su sucesor y nueva Ejecutiva. En una entrevista con
Redacción Médica, analiza cuáles son los mayores hitos logrados en estos años, identifica los desafíos de la sanidad madrileña, revela qué consejo le daría a su sustituto y se posiciona sobre cómo ha sido la relación con los diferentes consejeros de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Es más de una década al frente de Amyts, ¿cómo valora su trayectoria al frente de la asociación?
Entrevista a Julián Ezquerra, secretario general de Amyts.
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Ha sido un verdadero reto representar al mayor sindicato de los médicos en la Comunidad de Madrid.
Siempre hemos tenido representación en la Mesa Sectorial. Esto quiere decir que contábamos con el respaldo de nuestros compañeros. Esto es importante porque no es fácil tener un puesto de representación sindical. Hemos sido capaces de mantener esta representación, mejorarla y permanecer siempre ahí durante todo este tiempo, siendo referentes en las negociaciones
¿Cuáles destacaría como los mejores momentos e hitos logrados por Amyts en este tiempo?
Fue un momento histórico cambiar la antigua denominación,
Femyts, tras la unión con la antigua CESM Madrid. Nosotros somos CESM, pero en inicio fue un sindicato que se había constituido en el entorno hospitalario a partir de Asobit. Conseguimos aunar esfuerzos, limar las perezas y fusionarnos todos en una organización única, que era lo que nosotros entendíamos que era necesario para representar a los facultativos en la Comunidad de Madrid para no tener dispersión. Así, primero llegó Femyts, y después decidimos cambiar el nombre al que tenemos ahora, que es Amyts, con el cual hemos permanecido durante los tres últimos procesos electorales para constituir la Mesa Sectorial. Es importante consolidar esta marca. Amyts está consolidado como miembro de
CESM en Madrid.
"Hemos conseguido ser una organización absolutamente independiente y autosuficiente"
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Otro de los logros de los cuales nos tenemos que sentir orgullosos es de la autonomía. Hemos conseguido ser una organización absolutamente independiente, autosuficiente económicamente, que vive única y exclusivamente de sus cuotas. Hemos sido capaces de mantener toda nuestra estructura y abastecernos con locales en propiedad como sede de la organización y no depender de la Administración. Eso es fundamental.
Amyts ha tenido un trabajo muy importante principalmente en las negociaciones colectivas a nivel sindical, ¿cuále considera que son las más importantes?
El acuerdo de
carrera profesional ha sido un hito en la Comunidad de Madrid, y el cual se paralizó por problemas pero que se pudo reactivar después con un acuerdo en Mesa Sectorial y que, por cierto, nuevamente la Comunidad de Madrid incumplió y modificó a su antojo. Es uno de los problemas más serios en la Comunidad de Madrid porque los no fijos siguen teniendo que recurrir a la justicia para que reconozca el derecho a esa carrera profesional, algo que firmamos y está acordado.
También hemos podido colaborar en mejoras y acuerdos, como
el nuevo marco que hemos constituido de permisos, licencias y vacaciones muy claro y detallado, que todo el mundo ya tiene interiorizado. Aunque tenemos muchas cosas pendientes. A diferencia de otras comunidades autónomas, en Madrid tenemos una Consejería de Sanidad absolutamente controlada por parte de la de Hacienda. Los acuerdos a los que podemos llegar pues a veces se quedan en nada porque Haciendo los paraliza.
¿Cómo ha sido la relación con la Consejería de Sanidad y los diferentes consejeros en estos años?
La relación en lo personal con los consejeros siempre ha sido buena. En la época de
Javier Fernández-Lasquetty se avanzaron muchas cosas importantes, como la apertura de nuevos hospitales o la dotación de personal. Pero hay un punto de inflexión cuando se abre la puerta de la privatización. Aquello supuso la mayor revolución en el sector sanitario de las últimas décadas.
Sí tendría que destacar que ha habido algunos consejeros con los cuales apenas hemos tenido relación porque han estado en el cargo muy poco tiempo. Como
Javier Rodríguez, al que le tocó gestionar el ébola y lo cual fue nefasto. También está Javier Maldonado, que es un hombre que ha estado tan poquito sobre el que no hay mucho que decir.
"Enrique Ruiz Escudero es muy buena persona, es muy difícil discutir con él"
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Hay dos consejeros más recientes. Uno es
Jesús Sánchez Martos. Es muy especial, tiene un carácter muy suyo, pero con él nunca tuve grandes problemas. Cuando hemos tenido enfrentamientos nos lo decíamos las cosas claramente a la cara. Ha habido ciertamente tensas, pero siempre cordiales. Fue quién echó por tierra toda la dinámica de no reactivar la carrera profesional porque se supone que no se podía. Pero, aún así, él sí que firmó la reactivación de la carrera profesional. Por lo tanto, eso se lo tenemos que agradecer a él.
Sobre el actual consejero,
Enrique Ruiz Escudero, diría que es muy buena persona. Es muy difícil discutir con él, porque es muy educado y amable, pero la fuerza política que tiene es muy poquita. Tiene poco peso, en este momento político, dentro del gobierno de la Comunidad de Madrid. No sé en qué momento pudo caer en desgracia o qué pasó para que, habiendo sido número dos en la lista electoral de Isabel Díaz Ayuso, no tenga más peso político.
En estas más de dos décadas, ¿cuáles han sido los momentos más duros?
He tenido momentos duros cuando el interlocutor al otro lado de la Mesa Sectorial era
Armando Resino, exdirector general de Recursos Humanos del Sermas y recientemente fallecido. Ha estado muchísimos años en la Consejería de Sanidad, por lo que ha habido también mucha relación. Con Armando las situaciones a veces podían ser duras. Nos conocíamos bien. Él era un buen negociador y bastante listo. Pero también nosotros como fuerza sindical tuvimos nuestro protagonismo. Teníamos a veces reuniones muy tensas y muy complejas porque hemos tenido recurrir a las huelgas para presionar.
En esos momentos es donde se veía cuál era el carácter de cada uno y cómo a pesar de las diferencias , se podía llegar a acuerdos, y supimos en muchísimas ocasiones ceder ambas partes para alcanzar acuerdos que beneficiaran a todos, porque no podemos olvidar que estamos en un juego que es el de la negociación en el que lo mejor que se puede hacer es un ‘winwin’, ganar ambas partes.
No se puede ganar aniquilando o perjudicando al contrario porque genero un enemigo para toda la vida, y creo que nosotros pudimos hacer ese tipo de relación como algo habitual. Todos teníamos que salir ganando, y así lo entendíamos, y aunque las negociaciones eran duras, al final se produjeron buenos acuerdos.
Comentaba antes que dejaba una Amyts independiente y asentada en la sanidad madrileña. Una vez conseguido esto, ¿cuáles son los retos en la organización al futuro?
Lo que procede es seguir incrementando nuestro nivel de afiliación, seguir captando compañeros que entiendan que somos la representación mejor para sus intereses. Además, se debe fijar en las problemas de la sanidad madrileña. Ayudaré en todo lo que me pidan pero desde fuera, como es el objetivo de
la consolidación del empleo del más del 50 por ciento de los compañeros de hospitales, que en este momento no tienen plaza fija.
Eso tiene que terminarse, y como
tiene que haber bolsas de empleo que en igualdad, mérito y capacidad dé el acceso a la función pública sanitaria de la Comunidad de Madrid al que tiene los mejores méritos.
También intentar un nuevo plan de selección de personal, que satisfaga a las necesidades que tiene el sistema sanitario. Un plan que se debe actualizar de forma constante y que debe ir modificándose con la ley de la mano de las necesidades de dotación de plazas.
"La gripe no ocasiona el colapso permanente que tiene la Atención Primaria, que está muerta"
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Amyts celebrará Asamblea para elegir nueva Ejecutiva el 16 de febrero. ¿Qué consejo le daría al que sea tu sucesor como secretario general?
Es muy difícil aconsejar al que me vaya a suceder.
Lo que tiene que hacer es aprender mucho, y rápido, aunque me consta que los posibles candidatos vienen aprendidos ya de casa y bien entrenados. También deben entender es un honor representar a la profesión sanitaria de la Comunidad de Madrid. Y no dudo, para nada, de que la candidatura que salga vencedora y se haga cargo los próximos cuatro años de la dirección de Amyts lo va a hacer francamente bien, seguro.
Por último, ¿cómo analiza la actualidad sanitaria en un contexto de sexta ola de contagios covid que todavía no ha alcanzado su pico?
Están engañando a quiénes creen que esto se ha terminado. Puede haber una variante que, efectivamente, es muy infecciosa y se transmite con muchísima facilidad. Está afectando a miles y miles de ciudadanos, aunque no está teniendo la repercusión se ha producido con las variantes previas, porque entonces estaría absolutamente el sistema colapsado. No podemos olvidar que esto no es una gripe, como están diciendo. La gripe no genera 2.900 hospitalizados o más de 300 ingresos en UCI en la Comunidad de Madrid.
La gripe no ocasiona el colapso permanente que tiene la Atención Primaria, que en este momento está muerta, solamente dedicada a tramitar los partes de baja, o sea, sin poder atender a esos pacientes crónicos, a todos aquellos que necesitan un control médico diario ya todos aquellos pacientes que tienen una necesidad urgente de ser atendidos por su médico o su pediatra.
La Comunidad de Madrid hace hace tiempo que optó por un modelo que no conocemos de Atención Primaria. Se quiere retomar el modelo que yo viví en mis orígenes, que era
el modelo de cupo en el que el médico era un mero burócrata que decidía a qué especialista te mandaba, te daba la baja o te permitía a voluntad propia ir adonde quiera el paciente.
Se ha degradado tanto al médico de Familia y al pediatra en los centros de salud que ya solo quedan para eso, y me parece triste. A pesar de ello,
Madrid tiene, o ha tenido, un sistema sanitario en Atención Primaria extraordinario con unos profesionales preparadísimos, envidia de toda Europa y de todo el mundo. Aunque ahora, puede entrar en una fase agónica.