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El Ramón y Cajal introduce el cribado prenatal no invasivo

Es el primer centro español en acreditarse en esta tecnología que reduce el riesgo clínico y el impacto psicológico

Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

06 oct 2016. 19.20H
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El Servicio de Genética del Hospital Universitario Ramón y Cajal, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, se ha convertido en el primer centro hospitalario español en tener el certificado de capacitación para la realización del test Clarigo.
 
Se trata del primer test prenatal no invasivo indicado para la detección de las principales trisomías. Para la obtención del certificado, se han analizado muestras de más de 70 gestantes con resultados satisfactorios garantizando que, la implantación de esta técnica cumple todos los criterios y requisitos de la calidad que exige la estricta normativa europea vigente.
 
Tasa superior de precisión
 
Para la realización del test no invasivo solo se necesita una extracción de sangre de la gestante a partir de la cual, mediante técnicas de secuenciación masiva se puede analizar el ADN de origen fetal que circula en la sangre materna. A partir de las 8 semanas de gestación el test proporciona una evaluación temprana y muy fiable del riesgo de una trisomía de los cromosomas 13 (síndrome de Pateau), del cromosoma 18 (síndrome de Edwards) y del cromosoma 21 (síndrome de Down) en el feto con valores de sensibilidad y especificidad cercanos al 100%.

El test tiene una precisión superior y una tasa significativamente menor de falsos positivos comparado con los métodos clásicos de cribado prenatal.
 
Elimina el riesgo clínico y el impacto psicológico
 
Hasta el momento, la principal herramienta para el diagnóstico de las trisomías más comunes, se basaba en la aplicación de un test que comprende la utilización de la ecografía, de marcadores bioquímicos y de datos maternos como por ejemplo, la edad. Es el llamado cribado del primer trimestre o cribado combinado bioquímico-ecográfico, que proporciona un índice de riesgo. El riesgo hace referencia a la probabilidad de que el feto tenga una alteración cromosómica como síndrome de Down o síndrome de Edwards.
 
Según los datos del servicio de Genética del Hospital Universitario Ramón y Cajal en un 80 o 90% de las gestantes en las que el cribado del primer trimestre hacía sospechar de una trisomía fetal las pruebas invasivas realizadas -biopsia corial y amniocentesis - indicaron que eran falsos positivos.
 
Por tanto, el hospital calcula que con el nuevo test se reducirán un 80 o 90% las pruebas invasivas con la consiguiente reducción del riesgo clínico y del estrés que produce a las gestantes la realización de las mismas. Además se pone de manifiesto que el manejo de los rangos de los índices de riesgo actuales -basados en el cribado del primer trimestre- debe de ser revisado. En este sentido, la aplicación del test no invasivo va a permitir redefinir los criterios de indicación de las pruebas invasivas, con un claro beneficio para las futuras madres.

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