Arribas espera que los compromisarios exijan a la Junta dar marcha atrás en sus decisiones económicas

“En el 100% de los casos se acordaron sin autorización de la asamblea”, asegura

Miércoles, 15 de abril de 2015, a las 13:45
Cristina Mouriño. Madrid
La presidenta del Colegio de Médicos de Madrid ha criticado, en una entrevista concedida a Redacción Médica, que las decisiones económicas de la Junta Directiva se han tomado, “en el cien por cien de los casos, sin la autorización de la Asamblea”, de ahí que espere que en la próxima reunión, prevista para el 24 de abril, “los compromisarios exijan a la Junta Directiva dar marcha atrás en estas decisiones cuando les explique esas cuentas”.

¿Con qué expectativas acude a la Asamblea del próximo 24 de abril?

Pues acudo con la expectativa de ser capaz de explicar a los compromisarios y a todos los Colegiados de Madrid, en qué se ha gastado su dinero realmente en el Colegio de Madrid en el año 2014, y la verdad sobre las decisiones económicas tomadas por una mayoría de la Junta Directiva en ese año, que se han difuminado, en mi opinión deliberadamente, entre mil números y escuetas explicaciones en la Memoria contable, pero que estoy segura de que a muchos médicos les parecerán un escándalo cuando se lo explique en detalle, como me lo parecen a mí.

Y, por supuesto, espero que, cuando les explique esas cuentas y esas decisiones a los Compromisarios, tomen su decisión sobre si quieren aprobar las cuentas en esas condiciones, o exigir a la Junta Directiva dar marcha atrás en sus decisiones económicas,  tomadas, por cierto, en el cien por cien de los casos sin la autorización de la Asamblea.

Sonia López Arribas.

Usted ha rechazado las cuentas que ha presentado el resto de la Junta Directiva, ¿cuáles son los motivos? ¿tiene alguna alternativa?

Esencialmente, el gasto se ha disparado de una forma que considero absolutamente injustificada, sin que muchas de las partidas de gasto figuren en el presupuesto, y siempre sin pedir autorización a la Asamblea.  Además, en mi opinión ese aumento del gasto no beneficia a los intereses generales de los Colegiados, sino a una serie de intereses externos, como explicaré con argumentos poderosos a los Compromisarios. Por culpa de ese aumento, que considero injustificado, de los gastos, en lugar de ahorrar 360.000 euros más, si se hubieran mantenido los criterios de gestión del año pasado, se han ahorrado 160.000 euros menos, lo que significa una pérdida de más de medio millón de euros sobre el ahorro que deberíamos haber tenido, dicho a grandes rasgos.

Por último, el resto de la Junta ya tenía que saber, por el enorme superávit sorpresa de 2013, que el presupuesto del Colegio estaba sobredimensionado, por lo que lo previsible era volver a tener otro superávit de gran entidad. Pero se negaron a bajar las cuotas ni un euro, porque, según ellos mismos reconocen, quieren emplear el remanente en una obra que costaría 700.000 euros a los Colegiados, y el Colegio no necesita, como explicaré a los Compromisarios de nuevo, porque ya lo expliqué el pasado diciembre.

Y sí, por supuesto, propondré alternativas a la aprobación de las cuentas, para la consideración de los Compromisarios del Colegio.

¿Considera que los beneficios que se han logrado en 2014 pueden atribuirse a una Junta que aparentemente se ha centrado más en sus rencillas personales que en el interés del colegiado?

Fíjese, me va a permitir que sea elegante y no entre a valorar esa pregunta, tal como Vd.  me la formula. Creo que las relaciones personales son eso, personales, y yo no voy a ser quien las airee en público. Por supuesto, me reservo las acciones que considere convenientes en cada circunstancia, pero espero que comprenda que no voy a hacer ningún tipo de declaración referente a ello.

Lo que sí voy a valorar son las actuaciones como miembros de la Junta Directiva, en todo aquello que tiene relación con los intereses de los Colegiados. Y en ese sentido, no tengo más remedio que afirmar que, en mi opinión, las decisiones que se han tomado no han favorecido los intereses generales de los Colegiados, sino a otros intereses ajenos a ellos.

En cuanto a quién atribuir el superávit, como sabe mi opinión, y la de muchos otros, es que el Director General y luego Asesor de Junta Directiva, Antonio Mora, fue el principal artífice directo del superávit de 2013, mucho mayor que el de 2014, como veremos, y el que asentó un modelo de gestión económica que ha permitido al resto del equipo de personas con las que trabajó, que siguen en el Colegio, alcanzar un nuevo superávit, aunque mucho menor. Pero la diferencia, a peor, entre 2013 y 2014, no es en absoluto culpa de esas personas.

En mi opinión, el principal mérito de Mora fue desenmarañar y racionalizar los pagos, desde su experiencia como director en otras empresas, aunque su gestión abarcó muchos otros aspectos, como por ejemplo controlar y exigir a las empresas externas, y algunos otros. Ahora que él no está, no hay nadie con poder para enfrentarse a ciertas empresas externas conocidas por todos, en defensa de los intereses del Colegio y los Colegiados, y el resultado es desolador, como contaré en detalle en la Asamblea de cuentas.

Al parecer, otros miembros de la Junta manifiestan que el año pasado, las cuentas no se aprobaron porque ellos así lo pidieron, a causa de sus gastos de representación.

Es absolutamente falso. Las cuentas no se aprobaron porque los Compromisarios votaron no aprobarlas. Es de presumir que votaron eso como consecuencia de las graves irregularidades que les presenté, porque las tres propuestas de moción alternativa que hice, tuvieron el apoyo de una mayoría de Compromisarios presentes, y ni un solo voto en contra.

El único miembro de la Junta Directiva que pidió, por escrito, que las cuentas no se aprobaran, fui yo.

El resto de la Junta Directiva sí aprobó las cuentas, como consta en la Memoria contable a disposición de los Colegiados. En mi opinión, cuando llegó el día de la Asamblea sabían perfectamente que las cuentas no se iban a aprobar por las irregularidades que yo les había adelantado que denunciaría, y no quisieron asumir el bochorno de pedir la aprobación, y que no se la dieran.

Respecto a mis gastos de representación, es el falso debate que algunos siguen inventando incluso después de entregar una copia del acta notarial que los contiene a cada Compromisario, en la última Asamblea, sin que despertaran el menor interés. Con la demanda que me han puesto, por cierto utilizando los medios del Colegio contra mí, ocurrirá exactamente igual que con los de Antonio Mora, que intentaron lo mismo: se verán abocados a desistir o la perderán, con coste para el Colegio, igual que van perdiendo juicio tras juicio, en su despido.

Usted manifestó en la última Asamblea, la de diciembre de 2014, que el presupuesto del Colegio estaba sobredimensionado en relación con los servicios realmente esenciales, y propuso bajar la cuota colegial un 30 por ciento. El resto de la Junta ha rechazado esta propuesta varias veces, ¿a qué cree que se debe?.

Sí, manifesté que el presupuesto está sobredimensionado, y lo sostengo. El superávit de 2013 nos sorprendió a la mayoría, porque no se produjo como resultado de recortar ningún servicio esencial a los Colegiados, sino de pagar con normalidad los servicios disponibles e incluso algunos más, pero con un control económico-financiero profesional más allá del que puede ejercer una Junta Directiva de médicos en activo dedicados a su profesión.

Que en 2014 haya superávit, a pesar de ser medio millón inferior al que debería ser, es un hecho que ya no puede sorprender a nadie. En la Asamblea de presupuestos de diciembre de 2014, demostré con números que se podía hacer frente a los mismos servicios esenciales para los Colegiados cobrándoles una cuota un 29% menor. Eso, sin tener en cuenta que ahora hay un remanente millonario en el Colegio, que mucho me temo que se dedique a sustentar gastos que favorezcan intereses ajenos a los Colegiados, a la vista del objetivo declarado de la parte mayoritaria de la Junta de invertirlo en obras innecesarias para el Colegio, contratos que no aportan beneficios constatables a una mayoría de Colegiados, y externalizaciones redundantes, pero no casuales, de servicios.

Previamente a la celebración de la Asamblea de cuentas, es objeto de debate quién podría acudir a ella y votar la aprobación o no de las cuentas, porque tenemos a los Compromisarios anteriores y a los nuevos recién proclamados, ¿quién podrá venir?

Pues a día de hoy, se han celebrado elecciones a Compromisarios, la Junta Directiva aprobó la proclamación de los nuevos Compromisarios por elección directa, por acuerdo de Junta Directiva que se colgó de la página web para conocimiento público en su día, firmado por el Secretario General del Colegio, y ha transcurrido el período de impugnación sin que ninguno de ellos haya sido impugnado.

Los Estatutos no mencionan ningún trámite más, por lo que asumo que los nuevos Compromisarios por elección directa han sido ya proclamados, y han relevado efectivamente a los anteriores, con casi dos años de retraso.

Por otro lado, yo he presentado ya el listado de Compromisarios por elección indirecta correspondientes a mi candidatura, hay que comprobar si el Dr. Sánchez Chillón y el Sr. García Alarilla, únicos otros que podrían hacerlo, han presentado los suyos.

Para los Compromisarios de elección indirecta los Estatutos no exigen más trámites que una designación por cada una de las candidaturas que tienen derecho a ello, los Estatutos no mencionan ninguna proclamación de la Junta Directiva porque no hay votos que contar ni ningún otro protocolo que cumplir.

Quedarían por renovar los Compromisarios de las Mesas de Atención Primaria y de Hospitales, que, si se renuevan antes de la Asamblea, tendrían que acudir los nuevos, y si no están renovados en esa fecha, entiendo que deberían acudir los anteriores Compromisarios por estas dos mesas.