La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) ha dado el primer paso en la apertura de un nuevo capítulo en su historia después de que
Ángela Hernández haya asumido la nueva secretaria general tras la salida por jubilación de Julián Ezquerra, quien ocupó el cargo durante más de una década. La designación de Hernández sigue la línea del trabajo que viene realizando Amyts en los años.
En una entrevista con
Redacción Médica, Ángela Hernández revela la línea que mantendrán al frente de Amyts e identifica los retos a los que se enfrenta la sanidad madrileña , como lo son la temporalidad en el Sermas, la situación de la Atención Primaria o la jornada de 32 horas, o así como el papel de la sanidad privada.
Entrevista completa con la secretaria general de Amyts, Ángela Hernández.
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¿Va a mantener una línea continuista respecto al proyecto que encabezaba Julián Ezquerra u optará por marcar un perfil propio y abrir un nuevo camino para la asociación?
Lo que ha hecho Julián al frente de Amyts es algo encomiable que siempre hay que agradecer. Su paso al frente del sindicato médico de Madrid ha sido ejemplar, pues ha logrado muchos avances. Un camino que hemos realizado juntos durante una gran parte de estos años, por lo que hay continuidad. Tenemos la misma visión.
Por eso, la línea va a seguir siendo la misma, pero lo que sí tengo claro es que Julián Ezquerra hay solo uno y yo no puedo aspirar a ser como él.
Tendré que ser Ángela Hernández Puente y hacerlo lo mejor posible. He tenido el gusto de aprender y de tener un mentor, como Julián Ezquerra, que eso no es algo que pueda decir todo el mundo. Así que me considero realmente muy afortunada.
Como nueva secretaria general de Amyts, ¿cuáles cree que son los temas que deben ser tratados con mayor urgencia en la sanidad madrileña?
Ángela Hernández revela la línea que mantendrá al frente de Amyts.
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Hay tres a destacar. El primero viene impuesto desde Europa: la temporalidad laboral. En la Ley 20/2021 de medidas urgentes para la
reducción de la temporalidad en el empleo público, la que coloquialmente se conoce como "Icetazo", implica que a finales de 2024 la temporalidad se tiene que haber reducido a un 8 por ciento. Esto muy difícil en una comunidad como la de Madrid, que desgraciadamente no ha hecho sus deberes. La temporalidad hospitalaria, por ejemplo afecta a unos 11.000 médicos, lo que supone el 55 por ciento. Esto es una auténtica barbaridad y el cómo se resuelva todo este proceso va a ser muy importante para los profesionales, que recordemos en ningún caso han tenido la culpa de esto. Y existen acuerdos firmados en 2007 con la Consejería de Sanidad, pero no se cumplieron, por desgracia. Estos incluían procesos de oposición anuales y traslados frecuentes.
La Comunidad de Madrid tampoco ha tenido movilidad hospitalaria desde el 2001, más de 20 años, toda una vida profesional. En Medicina, especialmente, conforme pasan los años el médico se va subespecializando en patologías muy concretas y en pacientes muy determinados. Que haya personal temporal que lleva dedicándose cinco, diez o quince años a una subespecialización y que ahora llegue un procedimiento que está pensado, desde nuestro punto de vista, más para el funcionario de la Administración General que para los estatutarios, puede no ser bueno si esta cuestión no se resuelve con delicadeza.
El segundo punto es
la Atención Primaria. La ya era muy complicada antes de la pandemia, la cual ha venido a poner la puntilla a la situación. Esto lo vemos en que si antes de la pandemia la Atención Primaria estaba atendiendo a pacientes con un 20 por ciento menos de médicos especialistas en Medicina Familiar y pediatras de los que eran necesarios. Con el coronavirus, sumando las bajas y al personal que ha tenido que cambiar sus funciones para luchar contra la pandemia, la situación ha pasado a ser desesperada.
"Estamos yendo hacia una sanidad pública 'low cost' sin médicos"
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El tercer elemento pasa por replantear el sistema sanitario, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico. En Madrid las competencias se completaron en el año 2003 y desde entonces estamos experimentando cierta dejación de responsabilidades entre las dos Administraciones. Es decir, aunque la sanidad está transferida a la comunidad autónomas, éstas se escudan en el famoso mantra de que no hay médicos porque no lo soluciona el Ministerio de
Sanidad, mientras que el Ministerio sostiene que no tiene suficientes competencias y que las contrataciones corresponden a la autonomía. Aquí unos por otros la casa sin barrer.
En Amyts tenemos muy claro que no es que no haya médicos, y prueba de ello es que somos un país que tiene el mayor número de Facultades de Medicina de nuestro entorno, sino que lo que sucede es que las condiciones para el ejercicio de la profesión no son adecuadas. Por poner un ejemplo, de los 223 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria que terminaron el año pasado, en mayo, tan solo se quedaron 17 a trabajar. Me preocupa una sanidad sin médicos, me preocupa que estemos yendo hacia una sanidad low-cost en la que el médico está perdiendo protagonismo.
En el Sermas hay 2.763 médicos que podrían prejubilarse si el Gobierno adelanta la edad para poder solicitarlo a los 60 años. ¿Está preparado el Sermas para hacer frente a las bajas que se produzcan por estas prejubilaciones?
El Sermas no está preparado ni para el tercio de jubilaciones de los mayores de 65 años que se están completando a lo largo de los próximos cinco años. Las condiciones de ejercicio actualmente son tan draconianas que muchos piden jubilarse antes. Se deben implementar medidas de flexibilización que contemplen
la jubilación voluntaria para los que tienen 60 años y quieran pedirla. El estatuto marco la jornada complementaria no cuenta como jornada. Hay médicos que a los 60 años si han hecho una media de cuatro o cinco guardias al mes han completado ya su vida laboral con creces, han cotizado por ellas pero no le sirve ni para el cálculo de la jubilación ni para complementarla.
Sin embargo, hay otros profesionales que podrían ampliar de forma flexible su jubilación más allá de los 65 años y que serían una enorme ayuda para el sistema. Desde el 2013 se ejecutan jubilaciones forzosas gracias a la excusa de la crisis económica, las cuales después se han mantenido con unas renovaciones discrecionales que no se deberían producir.
Ángela Hernández entiende que la sanidad privada se "complementa perfectamente" con la pública.
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Además, cada vez más médicos se marchan al extranjero para trabajar, atraídos por las buenas condiciones laborales y retributivas. ¿Están bien pagados los médicos del Sermas?
No, ni los del Sermas ni lo del resto del Sistema Nacional de Salud (SNS). Somos los cuartos por la cola respecto a los países de la OCDE en esta materia. Es imposible competir así con lo que ofrecen otros países. Pero aparte de las retribuciones, tampoco podemos competir con las condiciones laborales. Por ejemplo, un especialista de Medicina Familiar y Comunitaria va a cobrar cuatro veces más en Suecia, y además va a tener una consulta para él desde el principio y en donde va a poder ejercer la Medicina de Familia como él considera que debe ejercerla y con una media de pacientes de 15-20 pacientes al día, cuando aquí no hay límite, Hemos confundido la accesibilidad al sistema con la barra libre. Esto es algo que hay que verlo no solo como médicos y profesionales sanitarios, sino también como pacientes y como sociedad. Tenemos que decidir qué tipo de Sanidad queremos.
"No sé por qué cuesta tanto entender que un médico no puede hacer el trabajo de cuatro"
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Cada vez más voces coinciden en la necesidad de incentivar a los tutores MIR, ¿qué cree que debería hacer el Sermas? ¿Ve con buenos ojos que las horas como tutor MIR sumen carrera profesional?
Reconocer la carrera profesional es una alternativa que se queda muy corta. El esfuerzo hay que reconocerlo y retribuirlo, cosa que ahora no con la tutorización. En Atención Primaria tienen una serie de dispensas de asistencia y un poco más de días libres, pero en Atención Hospitalaria no hay contemplado prácticamente nada.
Recientemente, el Tribunal Supremo ha anulado parte de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que obligaba al gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso de fijar el número máximo de pacientes que un médico de atención primaria debe atender en cada jornada de trabajo en su centro de salud y el tiempo mínimo de dedicación a cada uno de ellos. ¿Qué cabe esperar ahora?
El Tribunal Supremo lo que dice es que él
no puede determinar el número máximo de pacientes y sostiene que eso le corresponde, siguiendo los dictámenes de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que le corresponde al Sermas hacerlo. Esa sentencia también dice que se está incumpliendo con dicha normativa respecto a los profesionales médicos en Atención Primaria.
Queda muchísimo por hacer. La propia Comunidad está incumpliendo su ley de presupuestos, en la que se establece que un médico de Familia no puede ver más de 31 pacientes por día y que un pediatra no puede atender a más de 21 niños. Aquí hay mucha trampa en cómo se presentan los datos por parte de la gerencia de Atención Primaria, porque ellos presentan datos por consultas que a veces no tienen en cuenta los repartos, es decir, la población que atienden aun no correspondiéndoles.
Es verdad que habría sido una ayuda esa sentencia hubiera establecido el cupo. Espero que el Sermas se ponga manos a la obra para establecer esos topes. Si es que es algo que entendemos para cualquier otra profesión. Por ejemplo, un reponedor en un supermercado no puede hacer el trabajo de cuatro personas. No sé por qué nos cuesta tanto entenderlo con un médico o un pediatra de Familia en Atención Primaria.
Jesús Mediavilla, redactor de la sección de Autonomías de Redacción Médica, y Ángela Hernández, secretaria general de Amyts.
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¿Cómo valora que los SUAP (Servicios de Urgencias de Atención Primaria) sigan cerrados desde el inicio de la pandemia?
La solución la tiene que poner la Administración, pues ya antes del cierre se vienen varias décadas soportando una organización que, desde mi punto de vista, es muy compleja, pues las urgencias de Atención Primaria que están llevadas por un nivel asistencial que no es de Atención Primaria, y este es el Suma 112. Lo más importante sería que se sentara con todos los profesionales y que fueran estos los que aportaran soluciones.
La jornada de 32 horas, ¿está a favor? ¿Es factible en el Sermas?
La Comunidad de Madrid es de las pocas que todavía no ha vuelto a adoptar las 35 horas, por lo que seguimos con la jornada de 37 horas y media. Recuperar la de 35 sería el paso previo. No obstante, si se aplica el modelo belga –
se permiten las jornadas de 4 días manteniendo las mismas horas de trabajo semanales gracias a la flexibilización horaria- sería posible si los médicos de Atención Primaria y los pediatras tuvieran disponible una consulta propia en la que ellos pudieran gestionar el tiempo en el que atienden a la población.
También hay que tener en cuenta que las guardias dificultan estas posibles reducciones de jornada. Debido a ellas pueden llegar a hacer las 48 horas semanales que marcan las directrices europeas. El problema es que hay médicos que llegan a sobrepasar las 60 horas semanales.
Jesús Vázquez Castro, director general de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento de la Comunidad de Madrid, decía que en España hemos tenido 17 maneras diferentes de gestionar el Covid-19. Algo que, dice, ha sido “nuestra mayor debilidad”. En líneas generales, ¿usted considera que la descentralización de la sanidad puede dificultar las labores de gestión y toma de decisiones?
Coincido completamente, porque esto lo hemos sufrido a lo largo de estos dos años. La coordinación entre el gobierno central y las autonomías ha sido pésima. Y que unas autonomías se fijen de otras tampoco ha sido bueno. Aunque más que echar culpas, tenemos que afrontar los hechos. Y el hecho es que la Comunidad de Madrid presume de una gestión de la pandemia que no se corresponde con los datos objetivos de exceso de mortalidad. Antes o después habrá que afrontar en la Comunidad de Madrid que hemos sido una de las tres regiones europeas con mayor exceso con mayor exceso de mortalidad en la primera y terrible primera hora.
Desde luego, la transferencia de las competencias en sanidad a las comunidades autónomas, aparte de un aumento del coste, que se dispara a partir del 2003 tras esta transferencia, es constatable. Pero es que además no ha traído una mejoría de la gestión ni una mejoría de la equidad sanitaria para la población. Lo que sí ha traído es una multiplicación de los organismos gestores de la sanidad y que no ha traído los resultados que se esperaban. De hecho hay quien habla de la centrifugación del Sistema Nacional de Salud.
Julián Ezquerra, precisamente, lo comentaba. Él ha conocido las estructuras del Insalud. Siempre me ha hablado de cuando en el Ministerio de Sanidad había 700 personas para la gestión del Sistema Nacional de Salud. Ahora mismo, sin embargo, solo en la gerencia de Atención Primaria del Sermas hay 600 personas trabajando. Y la Atención Primaria está como está. Me resulta incomprensible. Parece imposible centralizar la sanidad por el clientelismo que se ha generado alrededor de tenerla distribuida en 17 comunidades autónomas.
"Para el SNS es imposible competir en condiciones laborales con otros países"
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La pandemia del Covid-19 ha servido para acelerar algunos procesos, como la instauración del teletrabajo en sanidad y la telemedicina ¿cómo valora su grado de implantación?
Estamos intentando correr cuando apenas caminamos. Para que nos hagamos una idea, en los peores momentos de la pandemia los médicos mayores de 60 años no podían estar atendiendo porque el covid era mucho más grave para ellos. Desde Amyts insistimos muchísimo en que pudieran hacer teletrabajo para apoyar a los médicos que sí que estaban tratando de hacer frente a la tremenda sobrecarga que supuso la pandemia. Esto no se logró en muchos meses, en muchos meses el número de médicos que pudieron hacer esto desde casa fueron apenas 30 porque había que implementar unos sistemas informáticos, una VPN, era todo complicadísimo.
Por otro lado, tenemos a los políticos vendiéndonos la telemedicina. Esto son solo titulares. Es vender algo que no existe. La atención telemática de pacientes tendrá que estudiarse y tendrá que verse en cada nivel asistencial y en cada especialidad. Habrá que ver también qué pacientes pueden adaptarse a esa consulta y qué pacientes no. No queramos hacer lo mismo que está pasando con las personas mayores y las oficinas bancarias, que hace que se sientan echados y expulsados del sistema. Desde luego no me gustaría que sucediera en sanidad.
¿Cuál entiende usted que debe ser el papel de la sanidad privada?
La sanidad privada ha tenido un papel muy importante en la sanidad de todos. Se complementa perfectamente con la sanidad pública. Tiene su papel pero ahora mismo creo que estamos pasándonos un poquito de frenada. Y esto se ha llegado a decir desde el ámbito de la sanidad privada: si mucha población tiende a tener seguros de sanidad privados y se descuida la parte de la sanidad pública sufriéramos todos, tanto la parte pública como la parte privada. Hay que buscar el equilibrio.
¿Ha tenido ocasión de hablar con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero?
Íbamos a reunirnos pero se pospuso el encuentro. Entiendo que necesite aplazar su reunión con Amyts, pero lo que ya se entiende menos es que parece ser que también se va a aplazar la Mesa Sectorial que tenemos habitualmente los últimos miércoles de cada mes. Esto me preocupa más porque implica que hay decisiones partidistas que influyen excesivamente en la gestión de la sanidad –se refiere a la parálisis provocada por las fricciones entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado en el Partido Popular-.
Estamos en una legislatura que ya se ha parado una vez por una convocatoria de elecciones. Pero es que el año que viene vuelve a ver comicios. Los profesionales tenemos otros tiempos. Por eso nos sentimos abandonados por quiénes deberían estar gestionando la sanidad pública.
Para terminar, ¿cuáles son las prioridades, a nivel interno, que Amyts debe abordar?
El crecimiento de Amyts durante los últimos 10 años ha sido muy importante y es algo de lo que Julián Ezquerra se tiene que sentir orgulloso y de lo que nos sentimos orgullosos todos. Afortunadamente, el sindicato no es solo su secretario general, o en este caso su secretaría general. Tengo la enorme suerte de contar con un equipazo de médicos que han dado el paso para ayudar a otros facultativos. Para mí asumir la secretaría general es un paso muy importante porque a los médicos nos gusta muchísimo ejercer nuestra profesión. En cualquier caso, el avance se tiene que seguir produciendo en mejorar, en profesionalizar nuestro funcionamiento como equipo y, por qué no, en mejorar y tender a ser capaces de pulsar la opinión de nuestros afiliados cada vez más.
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