“Es utópico clínicamente hablar de
regeneración de la médula espinal, pero sí podemos decir que la podemos reparar”.
Mercedes Zurita, responsable de la Unidad de Producción Celular del Servicio de Neurocirugía del Hospital Puerta de Hierro no quiere generar falsas expectativas en relación el
programa de terapia celular en pacientes con secuelas de daño medular, pero lo cierto es que los resultados son esperanzadores y posicionan al centro madrileño como uno de los más destacados a nivel mundial en este ámbito.
Zurita ha hecho balance de este programa durante su intervención en el curso sobre terapia celular en el
tratamiento de lesiones traumáticas del sistema nervioso que se desarrolla en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en el marco de los cursos de verano de la UAM. La mayor parte de los pacientes tratados (con paraplejia completa o parcial) han recuperado el control de esfínteres, la sensibilidad en los miembros inferiores y “una movilidad que no es completa, pero sí útil”, ha explicado la doctora. También se reducen radicalmente los espasmos y la espasticidad.
Este programa se está desarrollando actualmente a través de ensayos clínicos no comerciales, bajo la supervisión y aprobación de la
Agencia Española del Medicamento (Aemps) y el comité ético del propio centro. Hasta ahora se han aprobado seis programas, de los cuales tres han concluido ya, con los resultados mencionados –
que muchos califican de hito–, y de los que se han beneficiado decenas de pacientes. “No sabemos hasta cuándo van a evolucionar. Siguen progresando. Ninguno está corriendo, pero tienen una mejoría motora notable”.
El tratamiento, tal y como ha detallado Zurita, consiste en implantar en la zona dañada de la médula ósea del paciente una
solución de células madre del propio paciente, extraídas de la cresta iliaca, en un plasma enriquecido –según una formulación que el Puerta de Hierro está en trámites de patentar–. Aproximadamente dos tercios de esas células plenipotenciales consiguen adherirse al tejido y se convierten en células nerviosas que acaban estableciendo “un puente”. De esa manera, las señales nerviosas vuelvan a circular a través de la médula dañada. La mejoría es paulatina y progresiva y continúa incluso años después de la intervención. Pero debe combinarse con una importante rutina de rehabilitación muscular, según ha añadido la doctora.
Sala blanca
El
Puerta de Hierro es pionero en España en este tipo de ensayo clínico. Además, hay dos aspectos en los que este hospital de Majadahonda es único a nivel mundial. Uno de ellos es la mencionada formulación del plasma enriquecido en el que nadan las células madre. El otro es la llamada
‘sala blanca’. El Puerta de Hierro es el único centro del mundo que tiene una Unidad de Producción Celular dentro del servicio de Neurocirugía y dedicada a este de forma exclusiva, según explica Jesús Vaquero, jefe del grupo de investigación en neurociencia del Puerta de Hierro. La construcción de esta sala fue una exigencia de la Aemps para aprobar el ensayo clínico.
“Estamos muy bien posicionados a nivel mundial en el ámbito de la terapia celular, pese a las dificultades económicas”, señala Vaquero, a quien le preocupa que ahora proliferen tratamientos que se digan ‘similares’, pero “sin ningun tipo de garantias, sin autorizaciones” y que generen “falsas expectativas” y un “daño enorme a la terapia celular”. Por ello hace énfasis en que estos temas se aborden con prudencia desde los medios de comunicación.
Aspecto de la sala durante la intervención de Zurita.
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