Una de las críticas hacia las nuevas tecnologías es que se pierde el contacto humano. En el ámbito sanitario, un estudio estadounidense revelaba que el médico pasaba más tiempo mirando a la pantalla que al propio paciente, por lo que la esencia de la relación entre ambos se diluía. Sin embargo, es la propia tecnología la que viene a poner el remedio. El Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha implantado una plataforma avanzada de servicios de reconocimiento de voz para que los sanitarios no tengan que teclear historiales médicos, comandos a determinadas máquinas o incluso puedan regular aparatos mientras operan solo con decirlo en voz alta.
Licitado dentro del programa Innova Saúde, es un sistema pionero en España, ya que engloba cinco servicios en una sola aplicación que antes se coordinaban desde plataformas diferentes. En concreto, tiene cinco utilizades: la posibilidad de grabar y que directamente se grabe una transcripción; y al contrario, la conversión de texto a voz; enviar determinadas órdenes sin que el médico tenga que tocar el ratón (como abrir un historial); el programa entiende el lenguaje del médico y como una “inteligencia artificial” lo asocia a su campo (si el facultativo habla de “conjuntivitis”, por ejemplo, lo asocia en el historial con una enfermedad y lo incluye como tal); y la identificación de quién habla, la llamada biometría oral.
Con un presupuesto de 371.000 euros más IVA, esta plataforma ha sido desarrollada por una empresa de ingeniería de software murciana. De momento, está implantada en el servicio de anatomía patológica de Ferrol y en quirófanos y radiología en Ourense, aunque la Administración se propone ampliarlo a otros ámbitos, incluso fuera del sector sanitario si la aceptación entre los usuarios sanitarios es buena.
Una buena aceptación entre los sanitarios
“Es voluntario. Siempre se les advierte a los sanitarios que trabajan con este sistema que utilicen lo que les sea más práctico, pero en general, está teniendo bastante buena aceptación”, afirma Benigno Rosón, subdirector general de Sistemas y Tecnologías de Información de Sanidad, quien explica que este sistema puede utilizarse no solo desde los ordenadores instalados en el centro sanitario, sino también desde los propios móviles de los médicos o las tabletas.
Este programa puede abrir la puerta a otros muchos servicios y que, por ejemplo, se pueda atenuar las luces de un quirófano solo con la voz del médico. “Lo bueno de esta plataforma es que con un bajo coste nos permite mayor eficiencia de los sanitarios”, resume Rosón. Quién sabe si el futuro de la tecnología es precisamente lo que ahora se le critica: el acercamiento de las personas. Por lo menos, en el ámbito sanitario, parece que sí.
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