Los hospitales del Servicio Gallego de Salud han negociado, como vienen haciendo anualmente, con el personal los acuerdos de gestión. De esta manera, se conocen ya los objetivos que deben de conseguir a lo largo del año y que están vinculados al complemento de productividad variable que cobran los médicos. Es mucho el dinero que está en juego. Un facultativo puede llegar a obtener hasta 3.000 euros si cumple con los requisitos marcados.
El coste por receta es uno de los aspectos clave para lograr este plus. Así, se fija que debe de estar por debajo de los 13 euros. También los medicamentos genéricos tienen un papel importante, pues se solicita que casi la mitad de los fármacos que prescriben los facultativos deben ser de esta índole. En el lado opuesto, se pide a los médicos que no superen una tasa de novedades terapéuticas o bien que reduzcan las alternativas terapéuticas no eficientes.
Otros aspectos fundamentales son la vacunación, que evita la saturación de las Urgencias, y el tiempo de espera en las consultas. Por último, otro criterio a evaluar es la prescripción mayoritaria de Omeprazol dentro del grupo de inhibidores de la bomba de protones.
La opinión del sindicato O'mega
El sindicato médico O'mega se ha mostrado contrario a estos acuerdos y exigen tener un mayor protagonismo en las negociaciones. Manuel Rodríguez, secretario general del sindicato médico, denuncia, además, que algunos compañeros, según las zonas, "aún no hayan recibido los objetivos". Asismimo, propone una alternativa a este acuerdo de gestión basado en un gasto global, donde "el profesional tenga libertar para recetar lo más acorde a las necesidades del paciente sin tener que ser sancionado".
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