El consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, ha dado los primeros pasos para lograr la "solución" que pidió la semana pasada el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, relativa a los abortos en la sanidad gallega.
La idea es un “plan integral” para la asistencia de las mujeres que necesiten interrumpir su embarazo en las “mejores condiciones posibles”, es decir, en hospitales públicos o privados, pero sin salir de Galicia. “En este momento se está haciendo desde hace muchos años en clínicas privadas que tienen experiencia” y en centros públicos gallegos, “en unos centros con mayor intensidad que en otros, pero en todos ellos”, ha apuntado el consejero.
El origen de este protocolo se encuentra en una sentencia de un juzgado de Lugo en la que condenaba al Servicio Gallego de Salud debido al retraso en el diagnóstico y a la atención inadecuada a una mujer embarazada que tenía una alteración cromosómica en el feto.
"Hay dos derechos, el derecho al aborto y el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales médicos. Respetando esos dos derechos tenemos que dar con una solución y buscar la fórmula para que se produzcan en los hospitales de Galicia", sentenció Feijóo la semana pasada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Xunta.
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