El Sergas reforzará las medidas de seguridad en el centro de salud de Cariño (A Coruña), tras las denuncias del personal destinado en este ambulatorio ante las amenazas recibidas por un residente de la zona, que muestra una actitud violenta con los empleados sanitarios cuando estos se niegan a recetarle nuevos medicamentos.
Así lo ha asegurado el Servicio Galego de Saude en un comunicado, en el que apuntan que el responsable de la Gestión Integrada de Ferrol, Ángel Facio, también ha reclamado la colaboración tanto de la Guardia Civil de Ortigueira como del propio Ayuntamiento de Cariño.
Este asunto también fue tratado entre la gerencia ferrolana y la junta de personal, que han reclamado, en un encuentro celebrado el pasado jueves, "tomar medidas preventivas y apoyar a los profesionales del centro".
Desde el ámbito sanitario muestran su "compromiso con la prevención permanente de la violencia laboral, con el objetivo de garantizar la plena protección y atención de sus profesionales en el ejercicio de sus funciones".
Según los datos del Observatorio de la Violencia Laboral del Servicio Gallego de Salud, en 2016 el número de episodios violentos en los centros gallegos fue de 226, todos ellos de carácter leve, de los cuales el 64 por ciento fueron de carácter verbal o gestual y el 36 por ciento restante de carácter físico.
Por tipo de hechos desencadenantes, el primer lugar lo ocupan los trámites administrativos, con un 21 por ciento de los casos, seguido en segundo lugar por la información recibida, con un 17 por ciento.
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