Redacción. Santiago de Compostela.
Al hilo de las quejas de algunos colectivos que ya han señalado que el nuevo hospital de Vigo tiene deficiencias, el consejero de Sanidad ha señalado que su departamento está “abierto a hacer las modificaciones que sean necesarias”.
Y es que, según ha reconocido Jesús Vázquez Almuiña, son 190.000 metros cuadrados “en los que puede faltar algún enchufe, una toma de datos o una mampara”.
El consejero ha pedido que se tome en cuenta que “se está en fase de adaptación”, por lo que “está pendiente de dotar de alma y vida a las instalaciones”. También ha pedido recordar cómo eran “las instalaciones, por ejemplo, del servicio de urgencias en el Hospital Xeral y cómo son las actuales”.
También ha querido señalar que este nuevo hospital se ha construido en cuatro años, a diferencia del de Lugo, que tardó 12 años en ser finalizado. El consejero ha defendido el carácter público de la asistencia sanitaria que se presta en el nuevo hospital. Sobre la construcción, ha justificado la fórmula de financiación, al argumentar que la han puesto en marcha otras comunidades autónomas "de diferentes signos políticos".
Vázquez ha confirmado que se ha comprometido para el año que viene la dotación de los servicios de radioterapia y medicina nuclear para el centro sanitario lucense, donde "esta próxima semana se iniciará la fase de pruebas del acelerador lineal para que esté funcionando a principios de 2016".