Redacción. Vigo
El comité de empresa de Povisa ha insistido un día más en que "el Sergas y la Xunta tienen que intervenir" en el conflicto laboral del hospital, donde tres miembros del comité han iniciado una huelga de hambre en protesta por 13 despidos anunciados por la dirección (una semana después de haber retirado un ERE que preveía 56 despidos).
Desde este martes, la presidenta del comité, Chus Neira; la delegada de CIG, Carmen Couto; y el delegado de SGPS, Eduardo Davila, están huelga de hambre para exigir que la empresa desactive el despedido de los 13 trabajadores que se irán el próximo 15 de marzo (10 celadores y tres empleados de archivo clínico).
La portavoz del comité, Ruth Vallejo, ha advertido de que la administración pública "debe preocuparse" por lo que pasa en este hospital, ya que los recortes de personal, y la precarización laboral "afecta a la calidad asistencial que se da a los pacientes". "La administración pública tiene que hacer algo, no dejar este conflicto en manos de la empresa porque, si es por la dirección de Povisa, los tres en huelga se pueden morir de hambre", ha incidido.
Así, el comité ha advertido de que la situación de Povisa incumple los ratios de personal de la normativa sanitaria vigente, y que tampoco se respetan las cláusulas del concierto firmado con el Sergas. De hecho, ésas son algunas de las apreciaciones que le harán llegar este miércoles a la delegada territorial de la Xunta, María José Bravo Bosch, con quien se reunirán a partir de las 12.00 horas.
Los trabajadores en huelga han sido ya sometidos a los primeros análisis para conocer su estado de salud en el momento en que inician la protesta. Sus médicos les han advertido de que deben ingerir líquido con electrolitos y que, a partir del tercer día en huelga de hambre, "pueden empezar los problemas", por lo que estarán sometidos a controles periódicos.
La intención de los miembros del comité que han iniciado esta protesta es permanecen en el hall del hospital, pero tienen un "plan B" por si la dirección del centro no se lo permite, y han preparado una caravana y tiendas de campaña para instalarse en el exterior de Povisa. Asimismo, no descartan que, en próximos días, puedan unirse más trabajadores a la huelga de hambre.