El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha incorporado la terapia asistida con perros para tratar a niños y adolescentes con síndrome alcohólico fetal (SAF) por primera vez en el mundo, y ha iniciado un ensayo para probar cómo estas mascotas mejoran la calidad de vida de los afectados.
En rueda de prensa este martes, el jefe del Servicio de Psiquiatría del hospital, Josep Antoni Ramos-Quiroga, ha explicado que experiencias previas muestran que acompañar a la terapia habitual con perros "puede ser útil para mejorar algunos de los síntomas del autismo, la esquizofrenia y la depresión", por lo que decidieron incorporar esta terapia también para el síndrome alcohólico fetal.
"Nuestro objetivo es poder instaurar e implantar el tratamiento dentro de la cartera de servicios" como hospital público, ha planteado, y estudiarán durante un año sus efectos en 20 niños con este trastorno, que prevén aumentar a 120 a través de terapias grupales.
Más confianza
El acompañamiento de perros mejora el estado emocional, refuerza la confianza y la concentración durante las sesiones, y el hospital también realiza esta asistencia en una veintena de niños con autismo, parálisis cerebrales y en situación terminal, en sesiones en las que además de los psicólogos o psiquiatras que tratan a los menores, está presente un técnico que guía al animal y muestra a los niños cómo interactuar.
La madre de dos niños afectados de ocho y 15 años, Inés Benítez, ha explicado a los medios que, tras un mes de sesiones, los ve más concentrados, pero sobre todo con más seguridad y más serios: "Tienen más paciencia, están más tranquilos y se puede hablar con ellos" más tranquilamente que antes, y son también más responsables y cariñosos con los perros de la familia.
Daños en el cerebro
Este síndrome está causado por el consumo de alcohol durante el embarazo que afecta al cerebro del bebé, y presenta síntomas como problemas cognitivos, psicológicos, conductuales y sociales, y han destacado que no es una patología que se dé sólo en niños adoptados, sino que también hay casos en algunos nacidos en Catalunya: "Se puede hacer prevención y erradicarse, no consumiendo alcohol" durante el embarazo, ha destacado Ramos-Quiroga.
La psiquiatra responsable del Programa del Síndrome Alcohólico Fetal de Vall d'Hebron, Nuria Gómez, ha relatado que los niños y adolescentes con esta patología tienen "dificultades en el control emocional", en el pensamiento abstracto e ingenuidad e incapacidad para entender las normas sociales, unos déficits en las habilidades de la vida diaria que les afecta también en la vida adulta.
Gómez ha remarcado que se trata de una patología "infradiagnosticada", lo que se debe tanto a las dificultades para diagnosticarla cuando no hay anomalías físicas, al desconocimiento que hay entre los profesionales sobre este síntoma, y al estigma que comporta, y ha cifrado en 300 los casos que ha diagnosticado el hospital.
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