Quim Torra, presidente de la Generalitat, ha delegado en
Alba Vergés, consejera de Salud, la decisión de retirar los
símbolos independentistas de los edificios públicos de la sanidad catalana.
Esta decisión se produce tras agotarse el último plazo que la
Junta Electoral Central había dado al presidente de la Generalitat. En caso de que Torra no acate la decisión puede enfrentar a un delito de desobediencia y una multa que podía llegar hasta los 3.000 euros.
Será la
delegación del Gobierno en Cataluña la que se encargará de informar a la Junta Electoral Central (JEC) del cumplimiento de la instrucción que el supervisor electoral dio a la Generalitat de Cataluña para que retirase este martes de sus edificios públicos los lazos amarillos y las 'esteladas', han confirmado fuentes del Ejecutivo.
Torra no retira los símbolos
La portavoz del Govern, Elsa Artadi, ha informado este martes que el presidente
Quim Torra mantendrá el lazo amarillo en la
fachada de la Generalitat, tras la petición que la Junta Electoral Central (JEC) le formuló este lunes por segunda vez.
Lo ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, después de que la JEC insistiera este lunes, en una nueva resolución, que la Generalitat debe retirar los
lazos amarillos de los edificios públicos en un plazo de 24 horas, que finaliza este martes.
Artadi ha añadido que el gabinete jurídico de la Generalitat está preparando
otro escrito para la JEC para apelar contra su decisión, y Torra ha pedido al síndic de Greuges, Rafael Ribó, una informe sobre qué debe hacer el Govern en este asunto.
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