El catalán en la sanidad continúa estando en el punto de mira por unos y otros, y ahora coincide con el momento en que se ha dado inicio a los cursos del Govern a
más de 3.500 profesionales sanitarios.
Plataforma per la Llengua, cuyo presidente es el médico
Òscar Escuder desde hace 22 años, ha valorado positivamente la medida, pero la considera "insuficiente". En una entrevista a
Redacción Médica, Escuder adelanta que
el Departament de Salut "se ha comprometido a ser más exigente evaluando el conocimiento de la lengua", aunque "no nos han concretado cómo".
"La situación del catalán en sanidad nos preocupa y no de ahora.
El año pasado hubo 200 quejas por discriminaciones lingüísticas en la sanidad catalana", ha afirmado el también jefe de Cirugía maxilofacial del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell. Sobre el abordaje del Govern, Escuder aterriza la trasposición del ámbito médico al lingüístico: "
Antes de tratar un problema necesitas diagnosticarlo para poder solucionarlo".
El nivel C1 de catalán es imprescindible para tener una plaza fija en el Institut Català de la Salut (ICS). En ese sentido, Plataforma per la Llengua había tachado de "fake" los
exámenes para acreditar este requisito, ya que se podía aprobar escribiendo y leyendo una redacción de 200 palabras. "El objetivo no es suspender a nadie, pero no es creíble (el nivel) con un
examen que hacen 500 personas y no hay ningún suspenso", ha apuntado Escuder.
El catalán y el déficit de médicos
Además, Escuder ha señalado que el criterio de nivel y dificultad del examen es diferente para médicos, enfermeras y administrativos. "Es un tema de facilitarse la vida quienes organizan en lugar de poner solución, que es lo que deberían hacer", ha agregado, remarcando que
"la solución no es fácil ni de hoy para mañana" tras veinte años sin cumplir la ley. "Es más fácil encontrar administrativos y enfermeras que médicos", ha incidido.
"Evidentemente no queremos quedarnos sin médicos ni enfermeras, pero si dejas que el problema se vaya haciendo más grande
cada vez será más difícil resolverlo", ha argumentado, aludiendo también que según una
encuesta reciente del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC)
un 13 por ciento de los facultativos no son competentes a la hora de entender el catalán.
El presidente de Plataforma per la Llengua ha reconocido al Govern que ha dicho que "
tenemos un problema con la lengua y que no todo era bonito, que es lo que decían los anteriores". Además, Escuder, sobre el déficit de médicos, ha alertado que los profesionales escasean en todo occidente, por lo que
"es impensable ir a Dinamarca y encontrarte a un médico o enfermera que no sepa danés".
Por todo ello, el jefe de Cirugía maxilofacial del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell ha sostenido que compaginar derechos lingüísticos y seguridad médica es "necesario" porque
ambas cuestiones están relacionadas. Hay niños o adultos que se expresan mejor en una lengua que otra y hay estudios sobre la seguridad médica que demuestran que
el profesional que domina la lengua del paciente gestiona mejor su caso, ha explicado.
Las propuestas de la ONG del catalán se basan en sesiones de asertividad lingüística obligatorias para los nuevos sanitarios colegiados, la exigencia del nivel B2 de catalán al primer año de ejercicio y la
acreditación del nivel C1 en el segundo "sin excepciones", además de un mejor tratamiento de las quejas por vulneración de derechos lingüísticos con la apertura de expedientes sancionadores y, si es necesario, sanciones. "Cuando se notifica un caso de discriminación lingüística en sanidad la Administración a menudo dice que le parece muy grave, pero
no ponen medidas concretas.
Nuestra voluntad es más preventiva que curativa", ha sentenciado Escuder.
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