El Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha decidido no anular la primera prueba de las oposiciones para conseguir una plaza de enfermería. Una convocatoria que reunió a unos 7.000 aspirantes el pasado domingo, cuando se produjo un apagón en el edificio Roger de Llúria de la Universidad Pompeu Fabra. Fue entonces cuando presuntamente hubo quien aprovechó la circunstancia para ponerse a copiar o a utilizar el truco de iluminarse con la pantalla del móvil cuando lo que supuestamente estaban haciendo era buscar respuestas en internet.
La decisión del organismo sanitario catalán se basa en que no han recibido una sola queja formal sobre estos sucesos, por lo que no están probados. En declaraciones al diario La Vanguardia, Paco Martí, jefe de la unidad de selección del ICS ha explicado: “Si alguien tiene una queja, que presente una denuncia y la estudiaremos”. Aunque se muestra contrario a tomar esa iniciativa: “Pienso en las personas que han estudiado mucho, que se han sacrificado, que han ido a la prueba, que han pedido un día de permiso…”, ha comentado. “Si nosotros tenemos una queja oficial, revisaremos el examen concreto, se estudiará y el tribunal tomará la decisión que crea oportuna”, ha aseverado.
Reacciones de algunos opositores cuentan, en cambio, que la prueba no se realizó en los parámetros de silencio y rigor que se espera de un concurso público. En las redes sociales se pueden encontrar varias quejas de personas que explicaban cómo algunos opositores aprovecharon la peculiar situación para, por ejemplo, comentar preguntas y respuestas.
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