Con la pelota de nuevo en el tejado de Carles Puigdemont, después de que Rajoy le haya pedido que aclare si ha declarado la independencia, el presidente del Gobierno ha comparecido en el Congreso con un tono mesurado en el que incluso ha hablado de diálogo. En su discurso, el presidente ha dicho que "se puede dialogar en una situación como esta sobre la calidad y cantidad de los servicios públicos y su financiación".
Rajoy se ha referido así a la situación de la sanidad autonómica y a la posible reforma de su financiación en el marco de la Conferencia de Presidentes. De hecho, Rajoy se ha referido a este escenario como uno de los lugares donde se puede encarrillar el diálogo y ha reprochado que "el Gobierno catalán no ha querido comparecer".
El presidente también se ha referido a una posible modificación de la Constitución: "Dista mucho de ser una ley perpetua ni tiene pretensión de serlo". No obstante, ha insistido en que todas estas conversaciones se deben hacer dentro de los cauces legislativos.
"Lo que hemos visto estos días en las calles de Cataluña, el desorden, la división entre catalanes y, finalmente, la huida de empresas no son sino dramáticas consecuencias de la violación de la ley", ha espetado Rajoy.
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