Los 1.000 millones que el consejero de Salud, Antoni Comín, reclamaba como necesarios para terminar con las listas de espera están al alcance la Sanidad catalana. Al menos así lo cree el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), que estima en precisamente 1.000 millones de euros el ahorro para el sistema que generaría extender el modelo de autogestión –actualmente limitado a 13 áreas de pequeño tamaño– a toda la Atención Primaria.
De esta manera ha defendido el COMB el trabajo de las llamadas Entidades de Base Asociativa (EBA) dentro de Catsalut, ante las sombras de sospecha que arrojan las informaciones según las cuales algunos de los médicos gestores de estas sociedades están obteniendo pingües beneficios de la venta de sus acciones.
Se trata de “casos aislados” de actividades especulativas, según reconoce el presidente del COMB, Jaume Padrós. Las EBA, según continúa, “funcionan con un espíritu parecido al de una cooperativa”, pero a nivel administrativo tienen un régimen distinto: son sociedades limitadas profesionales (SLP), lo que permite que los socios puedan vender sus participaciones.
Al parecer, algunos médicos han aprovechado su buen funcionamiento económico –todas las EBA tienen una situación financiera saneada– para vender a terceros sus participaciones y obtener lucros de cientos de miles de euros, lo cual iría en contra del “espíritu” del modelo. En opinión de Padrós, estos casos de “lucro excesivo” deben ser combatidos.
El COMB, más allá de la defensa que hace del modelo, lleva tiempo exigiendo a estas entidades que apliquen un "código de buenas prácticas" para evitar que puedan darse este tipo de situaciones de lucro indebido.
“Es un modelo ya evaluado y de éxito, que beneficia por igual a pacientes, profesionales y erario público”, señala Padrós, quien lamenta que en 10 años no se haya impulsado la creación de ninguna EBA y para quien las sombras sobre este modelo las arrojan algunos “agentes” a quienes no les interesa que los sanitarios estén “empoderados”.
Reticencias desde los sindicatos
El modelo de las EBA comenzó a aplicarse en 1996, sobre todo en Atención Primaria y como alternativa a los otros dos modelos de prestación de servicios dentro de Catsalud, el Institut Català de la Salut (ICS, público y mayoritario), y los conciertos; pero se frenó su extensión por la reticencia de algunos sectores.
En la actualidad alcanza a poco más del 3 por ciento de la población catalana, y los resultados de sostenibilidad, calidad asistencial y satisfacción de los pacientes en estas unidades participadas y gestionadas por los propios colegiados médicos son superiores a los de la red convencional, según mantiene Padrós.
El Foro de la Profesión y los sindicatos, por su parte, se manifiestan abiertamente en contra. La portavoz de Sanidad de CCOO en Cataluña, Maria Àngels Rodríguez, considera que, “a pesar que este tipo de asociación de profesionales pueda dar buenos resultados tanto en la gestión como en satisfacción de los usuarios, no podemos estar de acuerdo en que con dinero público se esté haciendo negocio en el ámbito sanitario”.
Su opinión sería distinta si los beneficios se reinvirtieran en el sistema público de salud, “pero evidentemente, ya no estaríamos hablando de una EBA”. Al margen del lucro por la venta de acciones, las EBA reparten dividendos entre sus socios. El ánimo de lucro marca la diferencia entre una SPL y una cooperativa y también es la razón de las reticencias que han rodeado al modelo.
Parecida opinión tienen en el sindicato médico Metges de Catalunya. “No es nuestro modelo”, explica su secretario general, Francesc Duch, quien pone de relieve que estas sociedades no están integradas exclusivamente por médicos y que además, “hay una diferenciación entre los médicos que constituyen la sociedad y los que después son contratados”. Si fueran auténticas cooperativas, la opinión de Metges sería distinta. En la actualidad, una de las 13 EBA, la de pediatría, ya funciona con este régimen.
Duch también duda del ahorro que exhibe el COMB para defender el 'modelo SLP'. “Estudios hay muy pocos y además son antiguos. Precisamente algo que nosotros exigimos a Catsalut es un estudio comparativo de los gastos en los distintos prestadores de servicios: ICS, EBA y conciertos”, concluye.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.