Cristina Mouriño. Madrid
La ruptura de Convergència i Unió ha dado paso a nuevas incorporaciones en el Ejecutivo de Cataluña. El equipo de Artur Mas cuenta, a partir de este lunes, con nuevos consejeros: Neus Munté se mantiene en Bienestar Social pero asume también las funciones de vicepresidencia y portavoz, Meritxell Borràs (Gobernación), Jordi Jané (Interior) y Jordi Ciuraneta (Agricultura).
Pese a que estas modificaciones podían haber producido un cambio en otras carteras, lo cierto es que en el caso de la sanidad, el presidente de la Generalitat confía en la solidez que Boi Ruiz ha otorgado a este departamento durante los últimos años. Entre los proyectos más destacados del consejero se encuentra el Plan de Salud entre cuyos objetivos se encuentra lograr una gestión más próxima y adaptada de las necesidades de la población, de acuerdo con modelos predictivos, y adoptar una orientación proactiva en la relación y comunicación con los ciudadanos.
Por otro lado, la asunción por parte de la hasta ahora consejera de Bienestar Social, Neus Munté de la portavocía y la vicepresidencia del Gobierno catalán, supone un giro social en las políticas de Mas. Tal y como ha reconocido el presidente, con los nuevos cambios en el Govern, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere “reforzar la proyección de las políticas sociales”. La lucha contra la pobreza, el fomento de la inclusión social, la protección y la promoción de la infancia y la atención a las personas más vulnerables han sido y serán los pilares la acción de gobierno de Munté.
La portavoz sanitaria de CiU en el Congreso de los Diputados, Concepció Tarruella, ha explicado a Redacción Médica que su postura es de “respeto absoluto” a las decisiones que tome la Generalitat. La diputada de Unió no ha querido entrar a valorar en detalle los cambios pero ha reconocido que la designación de la consejera de Bienestar Social como vicepresidenta y portavoz responde a la intención del Govern de resaltar más las políticas sociales. Con los cambios producidos este lunes en el Ejecutivo catalán, la sanidad regional queda en manos de Convergència pero sin embargo, a nivel estatal, será Unió, en el Congreso de los Diputados la que liderará la defensa de estas políticas.