Redacción. Barcelona
La actividad privada en los centros del Sistema Sanitario Integral de utilización pública de Cataluña (Siscat) se ha incrementado un 10 por ciento en los últimos tres años debido a la crisis, hasta representar una décima parte de la facturación total de media. Lo ha explicado a Europa Press la directora general de La Unió, Helena Ris, a luz de un estudio interno basado en información recabada de los más de un centenar de asociados de la patronal y de la central de balances.
“Llevar a cabo actividad privada es una forma más de tratar de sortear la caída de ingresos”, ha destacado, y ha descrito algunas condiciones: que nunca se ponga en peligro la actividad pública concertada por el CatSalut, que no haya derivaciones ilícitas de pacientes y que se apliquen los precios del mercado.
Ha explicado que se trata de una forma de que el sector pueda mantenerse en años de recortes, y ha apostado por potenciar la actividad privada “siempre que sea transparente y no perjudique a la pública”.
En este sentido, ha defendido el modelo del Barnaclínic, división de atención privada del Hospital Clínic de Barcelona, de titularidad pública, aunque ha manifestado la necesidad de regular la conjunción de ambas actividades en un mismo centro. De hecho, ha instado a “regular en base a unos principios éticos y de competencia leal con el sector” la actividad privada en los centros concertados, algo en lo que ya trabaja el CatSalut a través de una instrucción.